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Popes80 | 27 November, 2024

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The day when parents sang to their children

Itxu Díaz
  • On 19 March, 2021
  • http://www.itxudiaz.com

Para todos, pero más para un artista, para un creador, la paternidad es una epifanía. Es la seguridad de que no ha habido ni habrá obra alguna capaz de superar a la obra central, la que acaba de nacer. Es una cura de realidad. Una cura de vida. Para un artista, tener un hijo es saber que ya ha escrito su mejor canción.

De pronto uno descubre habilidades que no tenía, afectos que nunca había sentido, y hasta un sentido del humor sereno y blanco, que quizá no experimentaba desde su propia infancia. Las prioridades se desordenan, la vida se pone felizmente del revés, y todo cobra un sentido nuevo. Y es gracioso. Porque el causante de la hecatombe es un ser minúsculo que duerme plácidamente en la cuna de al lado, ajeno al lío que acaba de montar.

Esa nube de sentimientos nuevos que provoca la paternidad, esas ganas de dar gracias a Dios y al mundo por tanta belleza, les conduce a la senda que por vocación recorren. Y se sientan a componer. Y es posible que a muchos no les haya salido ahí su mejor canción, pero da igual, porque para ellos siempre lo será y, en este caso, es lo único que cuenta.

Hoy, fiesta de San José, cuando España y buena parte del mundo celebran el Día del Padre, he querido rescatar algunas canciones que los artistas han dedicado a sus hijos.

En 2002 Hombres G incluyeron Te vi en su nuevo álbum. Se trata de una canción compuesta por David Summers que refleja el instante exacto en que el artista vio por primera vez a sus hijos, los mellizos David y Lucía. «Y yo que siempre presumí, de que nadie me iba a atar», canta el artista, «y que siempre me quise a mí, sobre todo lo demás. / De pronto te vi, y tu me miraste a mí / cambiaste mi vida justo ahí, sólo porque te vi».

En El corredor de la suerte, Mikel Eretxun compuso Solo tú a su hija. En versos sencillos oculta verdades complejas: «Solo tú / eres parte de mí / Solo tú / me acercas a mí». Y añade una confesión: «has escrito para mí / el manual de la felicidad».

A veces las circunstancias hacen que una de estas canciones dedicadas a los hijos se convierta en uno de los grandes éxitos del grupo. Es el caso de Enrique Urquijo, de Los Secretos, cuando en una de sus últimas composiciones legó la tristísima y bellísima Agárrate fuerte a mí, dedicada a su hija nacida en 1994. La canción ya era preciosa en origen, pero la repentina desaparición de Enrique la ha convertido en un tema que te hiela el corazón.

También fue un éxito inmediato la canción que Antonio Flores dedicó a su hija Alba.

La emoción de la canción que Álex Díez (Cooper, Los Flechazos) dedica a su hija Julia es doble: una, por la historia de la canción -que no voy a desvelar, porque es mejor escucharla-, y otra, porque es el último tema del último disco de Cooper; lo siguiente ya fue anunciar su despedida de la música: «Me has prometido quedarte a mi lado / cuando ni recuerde quién soy. / Mis tropiezos al pensar, / te hacen sonreír».

Tras la muerte de Enrique Urquijo, Los Secretos grabaron Cada vez que tu me miras, la primera canción de una nueva etapa, con letra de Alvaro Urquijo dedicada a su hija Daniela: «Esperé tanto el momento / de volverte a ver / que cambié del infierno al cielo / cuando te encontré».

Alejandro Sanz ha dedicado al menos tres canciones a sus hijos. La primera fue Y solo se me ocurre amarte, incluida en el famoso Unplugged del 2008 y la última, Mi persona favorita. En el medio editó la que hoy destaco porque incluye un elemento poco habitual, el sentido del humor. Es el Capitán tapón y está dedicada a su hijo Dylan: «Recientemente en mi casa vive un tipo que me manda / que me corrige y me ordena, y me torea / pero me da un abrazo y me gana».

La sinceridad en el Bienvenida de Los Limones, del año 1995: «Cada cual escribe un libro en blanco en su vivir / mi capítulo hoy es tan feliz / nada quiero, nada tengo, tan solo sentí / que en mi corazón un sitio eterno es para ti». Sin embargo, tienen Santi Santos otra dedicada a su hija, que es la que he preferido incluir, por la particularidad de estar dedicada a su mayoría de edad. 18 primaveras, del 2014, habla en un tono muy diferente, intacto el amor («vivo para cuidarte / Dios la suerte la reparte / cosas de familia son aparte»), pero con la educación para la libertad en el horizonte: «La mitad anda de fiesta, / la otra durmiendo la siesta. / Estate quieta, haz la maleta o tu sabrás (…) Es toda tuya la apuesta / si preguntas, hay respuestas / y puertas abiertas y felicidad».

La Oreja de Van Gogh tiene Palabras para Paula, una canción dedicada a la hija del batería del grupo, Haritz Garde. Pequeñas verdades, grandes misterios: «Es pronto para comprender / que pueda mirarte y verme a la vez».

En su disco Bailarina, Maldita Nerea incluye Calcetines. Se trata de una preciosa canción de Jorge Ruiz dedica a su hijo. «Nada es como antes de que te pudiera tener / Me has dado más de lo que nunca imagine / Corazón gigante siempre te querré / Y late más fuerte porque ve que todo está bien».

Aún junto a Presuntos Implicados, Sole Giménez dedicó Mi pequeño tesoro a su hija.

La muestra de que no todas las canciones dedicadas por los padres a los hijos son para reflejar ese momento de máxima felicidad que supone la paternidad la encontramos, cómo no, en Rosendo. En 1994 el artista dedicó ¿De qué vas? a su hijo Rodrigo Mercado, que atravesaba las tormentas propias de la adolescencia: «confundes ‘marginal’ / con ‘no me dan lo que yo quiero». Es, con toda seguridad, el mayor rapapolvos de un padre a un hijo en la historia del rock español.

También Ariel Rot, en su etapa en solitario, dedicó una canción a su hijo. Se trata de Gustos sencillos: «él tiene gustos sencillos / pero no es nada fácil aprender a vivir».

Una excepción, en este reportaje, es esta canción que Rafa Almarcha, líder de Siempre Así, escribió a los padres, aunque realmente el destinatorio de la canción son los hijos. Ellos te dan la vida, una letra maravillosa para una balada encerrada en la alegría propia del grupo sevillano. «Comparten contigo los malos momentos / los buenos también / ellos te dan / su alma cada día / y no esperan nada / solo te quieren y se hacen querer».

Y despedimos este recorrido con una canción que nos hizo llorar a todos. Justo antes de su muerte, Pau Donés publicó Eso que tú me das, quiso que su última canción estuviera dedicada a su hija Sara. Todo un canto de agradecimiento.

* Seguro que se nos han quedado muchas buenas canciones en el tintero, puedes completar el reportaje dejándonos en los comentarios tus propuestas.