Iván Ferreiro: «In this album we wanted to look around and see only the beautiful things»
Cogemos a Iván Ferreiro en plena vorágine de promoción y le agradecemos muy especialmente, a pesar del cansancio de la jornada, que nos haga un hueco en POPES80.com para presentar a nuestros lectores su nueva obra, ‘Historia y cronología del mundo’. Un disco que recomendamos degustar siguiendo al tiempo todas las aventuras y sorpresas que esconde el libreto, que es mucho más que un álbum convencional y que incluye hasta un tablero para recorrer esa larga historia y cronología del mundo que entremezcla ficción y realidad con la historia del ex líder de Piratas –a quien por cierto, intencionadamente, no hemos preguntado por su ex grupo, porque el gran protagonista hoy es este nuevo álbum, lleno de muy buenas vibraciones-.
Iván, comienzo con una impresión personal. Mediados de agosto. Yo perdido en mi refugio de veraneo –que no de vacaciones-. Amanece día de nubes negras, horas de trabajo por delante. El ánimo inevitablemente sombrío… De pronto me envían el video El Dormilón. No diré que toda mi suerte cambió de golpe, pero sí que fue como si las nubecillas hubieran pasado de golpe, como un chorro de vida. ¿Estamos ante un single optimista que da paso a un disco igualmente optimista?
Yo espero que sea un disco optimista. Tiene partes muy luminosas, de elevar el ánimo. El single lo elegimos porque tiene ese espíritu. Pensamos que era un buen momento para tirar un poco hacia arriba y hablar de las cosas bonitas de la vida.
¿Eres consciente de lo que tus canciones pueden influir en el ánimo de la gente?
Y luego yo sé que la música tiene la capacidad de cambiarte el ánimo, pero me parece más complicado hacer feliz a la gente que ayudarles a llevar la tristeza.
Siempre se ha disco que es más difícil escribir canciones alegres que regocijarse en la tristeza.
Para mi es más difícil, desde luego.
Hablando de este precioso videoclip me vas a permitir que te pregunte una estupidez, pero es que casi se ha convertido en trending topic y es “la rama” del videoclip. Ese momento Matrix…
(risas)
…-si tienes ocasión, no se lo pierdan- Ese momento, mientras caminas por un bonito paraje forestal mirando a la cámara, en que te ves obligado a girar sobre ti mismo en perfecto escorzo para esquivar la rama de un árbol cruzada en el plano. ¿esto formaba parte del guion?
Esto surgió allí. ¡Surgió una rama y la esquivé! (risas)
(risas) Bien. Satisfecha esta duda y volviendo al trabajo. Venías de firmar uno de los discos más bonitos de tu carrera, el directo. Diferente, cálido, sereno, cercano. Enfrentarse ahora a componer canciones habrá sido un nuevo reto. ¿O has concebido desde el primer momento este disco así con la coherencia y unidad que nos ha llegado a las tiendas?
Siempre tengo la sensación de que es la misma idea pero en el fondo creo que me engaño a mi mismo y es una idea que va cambiando. Mi idea principal es muy general. Pero rápidamente tenía el título del disco y todo va saliendo. Cuando no tengo a lo que agarrarme, lo que hago es pillar el título que me guste y tirar de ahí. Otras veces empiezo a encontrarme con temas sin tener un título, como en el caso de Picnic, por ejemplo. Pero en este caso tenía el título e iban apareciendo las canciones, conformándolo. El método de ir de canción en canción lo voy a tener siempre. De alguna manera cada canción me lleva a la siguiente.
Al preparar esta entrevista le he pedido a un amigo, a César Pop, que me envíe una pregunta para ti. Y es esta: ¿Qué dura más la alegría de terminar de escribir una canción, o la alegría de dar un buen concierto, de esos que son especialmente emocionantes?
Qué difícil. Son dos emociones diferentes además. Yo creo que normalmente me dura más la alegría de escribir una canción. Cuando hago una canción y me gusta suelo estar varias semanas o meses con esa sensación. Los conciertos, por muy buenos que sean, siempre acaban aplastados por la vida real. Y eso que he tenido conciertos muy bonitos; por ejemplo, el año pasado hicimos uno en el Nocturama en Sevilla que fue una maravilla. Pero lo cierto es que embriagado me quedo unas horas, unos días, una semana… pero con las canciones me pasa mucho más.
Es más o menos la misma conclusión a la que había llegado César Pop… Pensando en el público de tus conciertos: supongo que eres consciente de que tienes un público mucho más joven que muchos de tus compañeros de generación. ¿Cómo lo ves? ¿Cuál crees que es la causa, si la hay?
La causa la ignoro y no pienso tratar de explicármelo a mi mismo. El hecho de que haya gente joven a mi me da mucha alegría.
Pero puede ser una buena señal, del trabajo bien hecho, quizá.
No sé si es un trabajo bien hecho. Cada año, cuando aparece gente joven siempre nos da mucha alegría porque nos da la sensación de estar vivos. Caras nuevas van añadiéndose al público y creo que es un síntoma de buena salud.
El pack incluye mucho más que un disco. Un diseño unitario muy bonito, un libreto completo y original en el que la historia del mundo se mezcla con los recuerdos de Iván Ferreiro. ¿Tu te has tomado muy a pecho eso de que ahora los artistas deben ofrecer mucho más para vender lo mismo que antes…?
Yo lo de vender o no, no lo tengo en cuenta porque son unas cifras muy extrañas todas. El número de compradores va en disminución. Y a los que compran el objeto, me gustaba que tuvieran algo más. Yo como comprador de discos, me gusta que venga algo más que el disco.
¿Es una forma de premiar al que compra?
Más que de premiarlos, de no castigarlos. Antes nos trabajábamos bien lo discos y todo eso. Cuando empezaron a bajar las ventas, dejamos de pensar en nuestros discos como un objeto… Yo creo que no hay que desatenderlos, más que premiarlos. Me gustaría pensar que es un premio, pero creo que realmente es lo mínimo que podemos hacer por ellos.
En alguna ocasión le contaste en POPES80.com, creo que a Arancha Moreno, que para escribir mucho hay que vivir mucho. ¿Sigues pensando que para escribir buenas canciones hay que vivir muchas experiencias?
Sí. La vida nos da experiencias constantemente. Hay que vivir la vida y hay que ver qué pasa y mirar alrededor. A veces uno puede estar más analítico y otras veces más disperso pero creo que hay que vivir experiencias. El disco está lleno de eso también: alguien que va viviendo cosas y las va contando. Probablemente si no hubieran pasado las cosas que han pasado en los últimos dos años no tendría nada que contar.
Veo en el disco referencias al mundo, a lo desconocido, a las grandes incógnitas del sentido de la vida, de la ciencia… ¿crees que vivimos demasiado pegados a lo inmediato, sin paramos a enfrentarnos a las grandes preguntas, o simplemente mirar alrededor, o la naturaleza? Este disco, la primera sensación que a mi me ha entrado al escucharlo y “leerlo” es algo así como: ¡oye, que hay “algo más” aparte de todo lo que vemos en el inmediato día a día…
Sí. Va un poco de eso también. Los telediarios, la vida, todo a va a toda velocidad. Pero en el fondo si yo estoy en casa cuatro días sin ver Internet y sin ver las noticias, sigue todo igual: sale el sol por la mañana exactamente a la hora que tiene que salir, pasan las nubes cuando tienen que pasar, el mundo gira al mismo ritmo que hace cuatro mil años. Leyendo un poco de Historia y viendo la Historia y Cronología del Mundo de Isaac Asimov, te das cuenta de que nuestro tiempo como sociedad, como lo que somos, es bastante corto, nuestra forma de vivir tiene un corto espacio de tiempo. Con Amaro, a la hora de enfrentarnos al disco en lugar de mirar alrededor con una lente muy abierta que lo escrutara todo, quisimos ver lo que teníamos justo al lado y básicamente sólo las cosas bonitas que queríamos ver. Porque eso es lo que nos da un poco de calma al final. Creo que a todo el mundo le gustan los árboles y cuando ves uno bonito, te dan ganas de acercarte y tocar el tronco, te da sensación de estabilidad; y cuando vemos el mar y todo lo que hay dentro, no puedes evitar pensar en que no todo es para tanto: mira que noche hace hoy, que guapa está ella… no sé, la vida es mucho más fácil al final. No sé si esto es el colmo del nihilismo y si, de alguna forma, todo va mal porque ya no quiero ni mirar alrededor, pero desde luego para poder solucionar las cosas importantes vamos a tener que pararnos y mirar qué tiempos tiene el planeta y qué tiempos tenemos nosotros… Lo que tenemos que dejar de permitir es que nos meta prisa el de al lado.
Mirando exclusivamente el presente, nos perdemos media vida…
Si. Y sobre todo, preocupándonos por lo que nos pasará no conseguimos disfrutar de lo que nos está pasando ahora.
¿Eres de lo que sueña con volver a la infancia, con recuperar la inocencia perdida?
Pienso mucho en eso últimamente. Pero no sé si es la inocencia perdida lo que ansío. Yo supongo que lo que echo de menos de cuando era pequeño es la falta de responsabilidades. Por eso hay veces que me dan ganas, no de volver a ser un niño, sino de mandarlo todo a la mierda. Pero supongo que eso nos pasa a todos en algún momento una o varias veces a lo largo del año (risas). Yo creo que ahí voy perdiendo cierta inocencia también, me gustaría no estar preocupado. Pienso mucho en eso en los veranos. Esos veranos en que habías aprobado todo, y era junio, y nos ibas a tener que pensar en nada que te preocupara hasta septiembre…
Tres meses de playa y amigos…
Sí, y podía ir a la playa y tumbarme y me daba igual si eran las dos o las tres, o las nueve. Ahora voy a la playa y estoy pensando qué hora será, y que a tal hora tengo que hacer no sé qué… Eso es lo que yo eliminaría de mi vida si pudiera. Al menos una temporada.
Volviendo al álbum, a pesar de que dejas mucho espacio a lo experimental, también encontramos el pop clásico como en el tema junto a Julieta Venegas, Alien Vs Predator, ¿Cómo surge esta colaboración? Te he leído que esta canción la escribes ya pensando en ella. ¿Cómo se hace eso? ¿Es fácil escribir metiéndose en la piel de otro?
En realidad esta canción, más que pop clásico, era de las más experimentales para lo que somos nosotros. Cuando hablé con Amaro sobre esta canción pensábamos en que fuera como un juego, que tuviera algo de rollo de negros. Pensábamos mie hermano y yo en esas canciones de los negros supermolonas; que van navegando y él dice “nena ven aquí y te voy a enseñar el cielo” y cosas así. La idea era jugar a eso, jugar a ser negros un rato. Pero no queríamos hacerlo copiándolos, sino buscando un toque “sexy como negros”, que no sé si hemos conseguido. Entonces hicimos la primera parte de la canción y nos gustaba mucho pero era muy corta. Inmediatamente pensamos en Julieta Venegas. Porque como nosotros dos somos sexys, necesitábamos a alguien que cantando fuera muy sexy, y Julieta es muy sexy todo el rato. Y así escribimos su parte pensando en qué nos gustaría hacer que dijera Julieta, ya que teníamos la posibilidad de hacerle cantar lo que nosotros quisiéramos. (risas). Fue divertido. Luego le presentamos el tema, y como tenemos a Pablo Novoa en medio –que es muy amigo de ella- fue relativamente fácil. Mola mucho pensar en alguien y hacerle una parte de canción.
¿Cómo planteas ahora la presentación del álbum? ¿Cómo serán esos conciertos?
Vamos a ir la semana que viene ya con la banda, que somos los mismos que hemos grabado el disco: Ricky Falkner, Xavi Molero, Amaro Ferreiro, Emilio Saiz, Pablo Novoa a los teclados, y estaré yo también ahí. Vamos a ir con toda la artillería. Queremos salir con todo el sonido que podamos al escenario y con toda la música que podamos ofrecer.
¿Cómo está siendo la primera acogida del disco entre tus seguidores, o es pronto aún?
Tengo las críticas de los twiteros. Que son al fin y al cabo los que van a pagar una entrada. Yo estoy muy contento, son comentarios muy positivos. La gente está muy contenta con el disco. Y no tengo tantos comentarios negativos como en otras ocasiones, cosa que me alegra.