Message in a bottle
Aprovecho que os tengo a todos leyendo para evitar que la música en directo derive en hundimiento y se ahogue en el mismo mar que las discográficas, que ahora están empezando a reaccionar, a reflotar tímidamente. Es un mensaje en una botella virtual en forma de manchas negras sobre una luz blanca que lanzo en este océano digital para quien alcance a encontrarla en la orilla de cualquier enlace de búsquedas.
Me remito a los hechos. La historia reciente nos habla de que la industria del disco durante las marejadas no quiso achicar agua ni escuchar a sabios armadores de sus embarcaciones arcaicas pero sí quiso culpabilizar a la sociedad de su detrimento. Así hizo. Nos subestimó un poco a todos. Y eligió un mal flotador con lastre incorporado. Marca ACME, perdón, SGAE.
Despliego este plano situacional para mantener la buena salud de la música en directo y cada uno busque su «usted está aquí» actuando en consecuencia. Al fin y al cabo todos navegamos en el mismo barco y no es necesario esperar a tener que remangarnos para remar.
Agencias de artistas:
Más profesionalización del Departamento de Comunicación, celeridad y colaboración en respuesta a emails de cualquier medio por digital que sea. El flaco favor que hacen a sus representados en la desatención a medios como desde el que escribo es ir en contra de sus propios intereses. Y kamikaces desorientados es lo último que necesitamos que nos sobrevuele. Afortunadamente, en esta travesía, no culpabilizo al artista de la mala praxis profesional o atención inadecuada de algún descabezado que les representa. Si así no fuera hubiéramos dejado de informar sobre alguien tan querido como Quique y eso nos haría igual de canallas.
Apoyo mediante difusión y promoción al evento para el que se contrató al artista. La actual fórmula, que tenéis asentada como premisa, de pura transacción entre la sala o promotor y vuestros artistas sin colaborar en el éxito del evento debería cambiar implicándoos en los conciertos de vuestros apadrinados agradeciendo así la inversión de quien lo contrata.
Y ya puestos, una demanda constante de estos mismos promotores es la adecuación de los cachés a la realidad del evento o a las características de la sala para la que se presupuesta.
Discográficas:
Sé que es mal momento para dirigirme a vosotros pero es tan obvio lo que voy a revindicaros que no os cogerá desprevenidos: la desatención a vuestras propias webs ya se os ha hecho saber por activa y pasiva. La precariedad del diseño, contenidos no actualizados o grave falta de información sobre vuestros artistas hace suponer que sois meros distribuidores de discos. Hablemos mejor de artistas. Os ayudará a vosotros mismos reseñar, si los grupos se hospedan en vuestra web, los conciertos programados o hacer llegar material para promoción del concierto en tiempo y forma que se entienda cuando se os solicita. Son sólo algunas sugerencias que avivaría el interés por la música en directo. En definitiva, cualquier iniciativa lógica tendrá consecuencias positivas para todos.
Y algo que soléis olvidar: no hay medio pequeño para promoción de los grupos o solistas que representáis.
Salas:
Para quien corresponda: Mostrar el mismo entusiasmo y la misma disposición que ofrecéis para la producción de un artista con taquilla asegurada que para los que se estrenan cargados de sueños en un primer concierto pongo por caso. La infraestructura no va a ser la misma, y se entiende, pero lo otro es cuestión de respeto y sobretodo tratándose de quien actúa a porcentaje de taquilla. No debe notarse que tan solo prevalece el interés por los resultados económicos de las barras. Para ello es básico que quien se responsabilice de la programación informe adecuadamente de los derechos y deberes a ambas partes. Y si finalmente, la convocatoria no cumple las expectativas no sirve de nada ningunear o menospreciar al artista.. Mi recomendación más inmediata sería que no le retirarías el catering. O hacerlo, vosotros sabréis. Cualquier grupo que hoy conocéis también tuvo un principio y alguna mala noche.
Artistas:
Sois el protagonista de este informe -un tanto coloquial, eso sí, pero así nos entendemos todos mejor- aunque hay cierta percepción de que algunos sois simples engranajes de la maquinaría. Prefiero daros el tratamiento de protagonistas. Conozco personalmente las deficiencias que padecéis achacables a vuestras agencias o discográficas o a los malos modos recibidos de alguna sala que me habéis ido confidenciado durante estos años que es más o menos lo que antes he escuetado en lo referido a salas, discográficas o agencias. La nula, escasa o tardía implicación de los tres co-porotagionistas mencionados hacía vuestras actuaciones o proyección ha sido una constante en nuestras tertulias de bares en posición de ojo avizor de quien pueda estar escuchando o en un te-llamo-para-contarte-pero-no-puedes-publicar-nada. Pues entonces está claro, vuestra responsabilidad en todo esto es exigir que quien vive de vuestra música sea parte activa de vuestra trayectoria y denunciar públicamente, como le salió del alma a Iván, a aquel que haga gala de dejadez de sus funciones. Y sino, que se quede en tierra que este barco tiene que zarpar.
A tí:
tan sólo asistencia a los conciertos de acuerdo a tus preferencias. Todo este ciclo vital empieza cuando adquieres el pasaje. Y cada noche, de tu ciudad, parten varios barcos al grito de buenas noches a todos y gracias por venir.
