Revólver: «Artísticamente estoy más feliz que en toda mi vida»
Antes de nada, has superado el bache de esa caída (Carlos Goñi se rompió la muñeca en un concierto el pasado mes de mayo), te has repuesto y ya estás trabajando normal, pero ¿cómo estás, cómo se siente Carlos Goñi en este momento?
Estoy muy bien, pasado el susto del primer mes y medio. Conseguí ventilarme la recuperación en la mitad de tiempo del que me habían diagnosticado. De entrada me asusté mucho porque fue muy aparatoso, pero ahora estoy feliz, y con el disco en la calle. Encantado.
Tenías una deuda pendiente con el directo eléctrico y por fin la has saldado. No sé si estarás de acuerdo conmigo pero este disco se resume a la perfección en la portada: lo que escuchas es exactamente lo que ves. Hay un epicentro en el escenario y es tu guitarra, poderosa y eléctrica, ella traza su camino y sustenta el resto de los instrumentos. ¿Compartes esta visión, es decir, que el latido de este disco parte, por primera vez, de tu guitarra?
Lo comparto y lo celebro. Me enorgullece muchísimo que lo veas así porque es exactamente lo que quería hacer. Después de estar un montón de años embutiendo la guitarra dentro del sonido de la banda junto a otros instrumentos, al final me decidí a destaparlo del todo y decir “no, ahora voy a hacerlo de otra forma”. El concepto de trío siempre ha sido la fórmula más difícil de conseguir que suene bien, pero una vez que lo logras, no hay nada en el mundo que se le parezca. Lo que pasa es que para poder hacerlo necesitas un par de músicos muy especiales. No vale cualquiera. Aquí hay un compromiso tremendo entre los tres. Somos como una mesa que se sustenta perfectamente con sus tres patas. Artísticamente estoy más feliz que en toda mi vida.
Te han preguntado mucho por la selección de canciones. Es difícil con un repertorio tan amplio. ¿Te lo has planteado como una oportunidad de rescatar canciones que quizá habían quedado en segundo plano?
Más que en segundo plano, lo que ocurre es que hay canciones que tengo que ir dejándolas descansar en las giras, de vez en cuando. Temas como Si no hubiera que correr, que durante los primeros diez años de vida de Revólver era un estacazo en directo, después tienes que dejarlos descansar. Cuando empiezas tienes un par de discos y puedes tocar casi todo tu repertorio, pero cuando tienes catorce discos… apenas te da tiempo a meter dos o tres temas por álbum y eso es ya un concierto de los que venimos haciendo. Para este disco la compañía me planteó meter algún tema nuevo pero dije que no. Porque con la cantidad de canciones que la gente suspiraba porque volviese a tocarlas en directo, comoMalvarrosa Affaire, Dos por dos, o Si no hubiera que correr, se merecían un lugar en el repertorio mucho antes que una canción nueva.
Precisamente de esa canción iba a hablarte. Personalmente, hay una canción que siempre me ha elevado el ánimo en los malos momentos. Como un bálsamo. No sé qué tiene… Y por eso me ha alegrado verla en este disco, versionada con gran acierto. ¿Qué tiene Si no hubiera que correr, que consuela, que invita a la gente a pararse a mirar al horizonte, o a rezar a Dios al que cree, o hacer balance sereno de daños…?
Con todas lo hago, con unas imagino que me saldrá de una forma más brillante que con otras, pero lo que tiene Si no hubiera que correr es que es un grito desesperado, diciendo: “¡Es una pena que hay que ir a toda velocidad y te vas a dejar la vida en ello!” Y eso es lo que llevo haciendo ya veintitantos años con Revólver. Y como lo sigo haciendo, imagino que cuando pongo la voz en ella se nota, por explosivo, que me lo sigo creyendo a pies juntillas. Y si eso consigo transmitirlo, tengo la suerte de que personas como tu también lo sintáis, y que nos sintamos un poco en la misma onda. Es una cosa de estas maravillosas de la vida.
Hay una parte estética en ‘Enjoy’ fundamental. Se ha hecho un extraordinario trabajo en la grabación en vídeo de este concierto y la energía que salía de ese escenario se puede tocar con las manos al ver el vídeo.
Cuando me plantearon en la compañía quienes iban a ser los realizadores del vídeo, pusimos un abanico delante. Y elegí a uno porque había visto un concierto que había firmado de Ariel Rot que me había gustado mucho porque era muy cálido, que era exactamente lo que yo quería para el mío. No quería algo frío. El responsable del vídeo, o estaba tan sumamente comprometido con lo que estábamos haciendo nosotros en el escenario o no me valía, y la verdad es que estoy muy satisfecho. Creo que es el único disco de los que he grabado en mi vida en directo del cual he visto las imágenes. De los demás, te podría decir que no.
Y luego hay otra cosa importante y es la crudeza. Desde POPES80.com hemos reivindicado muchas veces que nos gustan los directos que suenan a directo, con sus luces y sombras. Da gusto escuchar el mítico directo de Siniestro Total, o el de Los Flechazos, o el de Los Elegantes. Discos eléctricos donde apenas hay retoques, y que suenan sinceros. Esto ocurre en ‘Enjoy’ por tu propia cabezonería.
Yo lo llevo haciendo desde el primer básico. Con el ‘Básico 1’, sólo puse una condición a la compañía: no iba a hacer recordings –grabaciones adicionales posteriores-. Y la compañía a su vez me puso otra condición: ¡que entonces la banda la elegían ellos! (risas)
(risas) Por lo que pueda pasar…
Sí… pero a partir de ese momento ya conseguí suficientemente nivel como para tener a bandas que estuvieran a la altura sin que me las tuvieran que elegir. Es cierto: nunca he retocado ningún disco en directo.
Es buena política…
Yo amo profundamente los discos en directo. Si por mi fuera grabaría un disco en directo de cada gira que he hecho. Un repertorio distinto, una banda distinta, todo, me parece maravilloso, porque esos discos reflejan un momento con una sensibilidad y con una tensión muy concreta de los músicos. Pero hay gente en este país que se queja porque saco “otro” disco en directo. ¿Pero a ver? No lo entiendo. Neil Young debe tener 20 discos en directo y no pasa nada. Qué manía con el “¿otro más?”. A mí me gustan los discos en directo. Aquí no hay costumbre de grabarlos. Cualquier banda grande tiene uno o ninguno, y alguna habrá por ahí que tenga dos, pero no es lo corriente.
Quizá hay cierto miedo. Da la impresión de que estás obligado a grabar el directo de tu vida, que no se va a repetir nunca.
Claro que no se va a repetir. Precisamente de eso es de lo que se trata, de que se quede como fue.
Llevas muchos años de giras. Ya no se puede fumar en la salas y la gente en vez levantar el mechero graba las canciones con su teléfono y antes de que termine el show ya están en Internet. Está claro que el directo ha cambiado mucho, pero cómo lo ves desde el escenario. ¿Te sientes más cómodo ahora o te gustaba más esa humareda que salía del público en vez de esas pantallitas digitales que te apuntan hoy?
(risas) A veces, reconozco que me quedo mirando la maraña de pantallas digitales y pienso: ¡joder, esto parece un mar de luciérnagas! Es una cosa un poco extraña a la que evidentemente ya me he acostumbrado. Pero mientras la gente esté en lo que tiene que estar no me importa lo de los móviles. Me preocupa más cuando veo que hay gente que le importa más que quede constancia delante de sus amigos de que ha estado ahí, que de lo que realmente está sucediendo.
Te he leído esta mañana tu debut en el blog de tu web oficial. Entiendo que allí vas a abrirte a tu público y hablar de la vida. Me ha llamado la atención tu “complejo” de triste. También lo acarreaban Antonio Vega y Enrique Urquijo pero luego no siempre se correspondía con la realidad.
Cierto, cierto.
Pero muchos artistas al llegar la madurez han comenzado a hacer discos vitalistas y optimistas. ¿Te veremos alguna vez cantando con alegría a la vida, al amor, a los amigos, como –por ejemplo y salvando las distancias- Siempre Así?
(risas) ¡Qué pregunta más bonita! Verás, yo imagino que sí. Odio es bastante positiva (risas). Odio es una letra bastante alegre, coño.
Tienes razón, tienes razón. Yo creo que ahí está tu tope. De ahí no debes pasar. Contente. Ese umbral de optimismo no debes cruzarlo. Debes mantener ese mito de maldito.
(risas)
Así que… te seguirán llamando “triste”. Tendrás que hacer una canción que sea: “ha salido el sol, los pajaritos cantan, hemos salido de la crisis aunque sea mentira, ya no es todo una mierda”, no sé…
Ummm… Eh… No lo sé. No, no. Si te fijas, en mis canciones no suelo decir que “todo es una mierda”.
Es verdad
Siempre planteo una salida, porque siempre creo que en la vida hay una salida. Y sobre todo, a mi más que la alegría compulsiva, me gusta la ironía, soy un enamorado de la ironía. Aún no he aprendido a escribir correctamente la ironía pero en cuanto lo haga, que sucederá bien pronto, marcaré mis discos con eso. De hecho el próximo álbum que ya estoy acabando de escribir es un trallazo, es como la parte más dura de ‘Enjoy’.
Ahora te preguntaré por el futuro, pero un pequeño paréntesis para comentar contigo una de las noticias musicales del año La vuelta de Duncan Dhu. ¿Hasta tenido ocasión de escuchar el single? ¿Qué valoración haces, porque ha sido una vuelta atípica?
A mi lo que me gusta es que no han ido “a ver si sorprendemos a todo el planeta haciendo reggaetton”. No. Han hecho una buena canción, como saben hacerlas tanto Mikel como Diego. El single es muy bonito. Me ha gustado y me parece muy bien que hagan lo que saben hacer. No sé por qué hay gente que tiene la puta costumbre de, a los que llevamos muchos años, decirnos: “¡es que no es sorprendente!”. ¿A ver? Vale, a lo mejor no es sorprendente: puede que no haya muchas cosas nuevas bajo el sol, pero hay tantas que aún no conocemos. Que no hay por qué inventarlas nuevas. Lo que hay que hacer es hacerlo lo mejor que sabes y dejarte la piel y el corazón en ello. Y ya está. Que otros inventen… tu haces lo que sabes. A mi me gusta mucho lo que han hecho Duncan Dhu.
Terminamos hablando de futuro. Sé que empiezas ahora una gira muy bonita con este mismo formato y me has comentado también que ya estás trabajando en el nuevo disco. ¿Cuáles son tus planes? ¿Cómo será el disco? ¿Y manejas ya alguna fecha?
Está en un periodo bastante avanzado. Para empezar, me quedo con el formato de trío. He estado tantos años deseándolo, y por fin lo he encontrado. Me quedo aquí y espero que hasta siempre. Estoy feliz, toco más libre que nunca, soy feliz con mi banda y no quiero cambiar nada. Espero disfrutar muchos años de esta cosa dulce que tenemos ahora mismo entre los tres. En cuanto al disco nuevo, calculo que en torno a abril o mayo me iré a grabar. El año que viene sale seguro. No sé si en verano o después del verano, no lo sé. Pero que sale el año que viene, con toda seguridad. Y que el disco es duro, crudo. ¿Sorprendente? No, no porque es rock and roll. Pero sí es cierto que he utilizado una serie de registros que hasta ahora no me había atrevido tanto. Y estoy feliz, muy contento.
Enhorabuena, Carlos, por este ‘Enjoy’ y te seguimos de cerca como siempre en POPES80.com, donde tienes tu casa, ya lo sabes.
Pues un honor. Un placer hablar contigo, y que es una pena que todas las entrevistas no sean como esta.
Muchas gracias y hasta pronto.