• Alex L. Ferrer
• On 27 enero, 2025

La única especie de la tierra que vive preocupada por el fin del mundo es el hombre. Las águilas, las cucarachas, y las ballenas, pasan de todo. Desde Nostradamus hasta ese tipo que grita con un cartel en la esquina, todos parecen saber cómo y cuándo llegará el apocalipsis. Y dentro de la especie humana, el animal que vive más preocupado con el asunto del fin del mundo es el periodista común. Hoy repasamos algunos de los titulares más estrambóticos que han adornado y todavía adornan la prensa sobre nuestra desaparición, siempre inminente, siempre postergada.

El reloj del apocalipsis no es un reloj

Lo más reciente, sin duda, es «el reloj del fin del mundo», una bobada inventada en 1947 por el Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago en Estados Unidos, imagino que en un día lluvioso y de poca afluencia de alumnos a clase. Se trata de un reloj simbólico que fija cuánto falta para la medianoche, siendo la medianoche el momento del apocalipsis. La historia fascina a los periodistas, porque les permite titular cada año con cosas como «El reloj del fin del mundo adelanta 10 segundos el apocalipsis: será el 28 de enero».

Ahora quienes manejan las manecillas, han decidido adelantar a diez segundos el temido apocalipsis. A partir de este 28 de enero de 2025, la humanidad tendrá que lidiar con la curiosa, aunque incomprensible, advertencia de que el fin está más cerca que nunca. ¿Nos quedaremos petrificados o simplemente apretaremos el botón «snooze» mientras observamos el caos desde nuestras pantallas?

La cola venenosa de Halley (el cometa)

Corría el año 1910 y el cometa Halley regresaba del mundo de los cuerpos celestes: siempre reinventándose y generando titulares. Repitió la hazaña en 1986 pero todo el mundo estaba muy ocupado con La Movida como para mirar al cielo. En aquella ocasión de 1910 la prensa no perdió tiempo y anunció que el mundo estaba en peligro porque el cometa traía cianógeno en su cola. La noticia la dio el New York Times («La cola venenosa del cometa»), citando a unos expertos del Observatorio de Yerkes, naturalmente en Wisconsin, que es de proceden todas las noticias surrealistas sobre el universo. ¿La solución propuesta en 1910 en medio de la histeria generada? Máscara de gas, claro. Si no podías conseguir una, un trapo mojado también servía, según expertos improvisados. Al final, el Halley pasó, los enamorados pidieron un deseo, y la única cosa que murió fue la credibilidad del Times y de los expertos de Yerkes.

El Y2K hará que tu tostadora intente asesinarte

Ah, el año 2000. La humanidad sobrevivió guerras, pestes y los peinados de los años 80, pero los ordenadores iban a acabar con nosotros porque, aparentemente, no sabían contar más allá del 99. Hubo titulares como «La CIA alerta al mundo sobre las desastrosas consecuencias del Efecto 2000 en ordenadores» y «Los cajeros automáticos de la banca, a prueba». Al final, no pasó nada, excepto que algunos informáticos hicieron mucho dinero actualizando sistemas. Si eso no es una profecía cumplida, no sé qué lo es. Es cierto que, sin esas actualizaciones, se podía haber liado parda. Pero no ocurrió y todo el mundo sabía que no iba a ocurrir. A propósito, tampoco se acabó el mundo en la Nochevieja del 1999 al 2000.

El Fin del Mundo Maya: ¿Fiesta o funeral?

Cuando el calendario maya terminaba el 21 de diciembre de 2012, algunos medios decidieron que eso no era un simple cambio de ciclo, sino un pase directo al fin del mundo. Durante semanas, los titulares anunciaban el fin del mundo con una alegría y un desapasionamiento desquiciante. «Ya tenemos fecha del fin del mundo», anunciaba El Confidencial con gran ilusión, mientras que a ABC se les iba la peonza con «el regreso de un dios» maya, y medios internacionales especulaban sobre la clase de estertores que nos esperarían en las primeras horas del 21 de diciembre de 2012. Mientras tanto, los propios descendientes de los mayas miraban confusos y decían: «Amigos, solo es hora de comprar un maldito calendario nuevo».

Como sea, lo del calendario maya es un poco como el cometa Halley, siempre vuelve. De hecho, en el año de la pandemia, quizá aprovechando que el terror volvía a estar de moda, alguien encontró la manera de que el apocalipsis maya previsto para 2012 pudiera transformarse por arte de magia en una predicción para 2020, «según una corrección del calendario maya».

Planeta X: El ninja cósmico que destruirá la Tierra

El Planeta X, en realidad, es un nuevo hombre del saco, o si quieres, el Monstruo del Lago Ness de la histeria apocalíptica. Según ciertos «científicos alternativos» y un montón de memes en Internet, un planeta oculto llamado Nibiru estaba destinado a colisionar con la Tierra en 2003, luego en 2012, y después… bueno, lo siguen reprogramando como si fuera la última gira de los Rolling Stones.

Entre titulares entusiastas como «¿Se viene apocalipsis» y «¿Qué es Nibiru, el planeta que algunos vinculan con el fin del mundo el próximo 23 de septiembre?», la humanidad esperaba el impacto mientras compraba papel higiénico, que como aprendimos en la pandemia, es lo primero siempre. A día de hoy, Nibiru sigue sin aparecer. Quizá está orbitando la tierra convenciéndose de que la mejor forma de extinguir a la humanidad es dejarlo en nuestras manos.

Con todo, nos quitamos el sombrero ante este estratosférico titular de El Correo, firmado por un redactor que no tenía el día para gilipolleces: «la NASA asegura que el planeta Nibiry no chocará hoy contra la Tierra porque no existe».

Las abejas desaparecerán y después, nosotros

Aunque este titular de 2006 tenía una pizca de verdad (las abejas están en problemas y eso es malo), muchos medios lo llevaron al extremo: «Alerta Roja: las abejas en peligro de extinción y sus consecuencias para la humanidad» o «¿Se acabará la humanidad en 4 años si desaparecen las abejas?». Por suerte, las abejas están luchando para sobrevivir, aunque todavía estamos esperando la rueda de prensa de la abeja reina para confirmar que su situación ha mejorado en el mundo.

Las máquinas se rebelan: La IA planea nuestro fin

Desde que «Terminator» popularizó la idea, algunos titulares han abrazado este concepto con un entusiasmo preocupante. «La Inteligencia Artificial ya sabe cómo destruirnos» es un clásico de la paranoia tecnológica. En este sentido, tal y como desveló una cámara de seguridad, resulta alentador saber que los robots hacen exactamente lo que todos haríamos: intentar escapar de las manos de los programadores.

El LHC abrirá un agujero negro y adiós muy buenas

Cuando el Gran Colisionador de Hadrones se encendió en 2008, los medios más sensacionalistas predijeron que crearía un agujero negro que nos tragaría a todos. Aunque «Científicos jugando a ser Dios» fue un titular frecuente, lo único que el LHC ha colapsado hasta ahora son teorías obsoletas sobre la física. Y a algún becario que olvidó llevar café.

Es posible que después de repasar estos grandes fracasos de la historia apocalíptica de la humanidad, tengas curiosidad por saber cuándo se acabará el mundo próximamente. Estas son las fechas más probables, para que puedas ir encajando las vacaciones y no pierdas días por culpa del nuevo Big Bang:

Cataclismo climático 2030. Se ha escrito demasiado sobre esto ya. Y está perdiendo fuelle el pánico. De todos modos, los periodistas no se ponen de acuerdo si en 2030 moriremos de calor o de frío.

Supervolcán Yellowston. Los geólogos vigilan este gigante dormido, que no está dormido del todo. El problema está en que un fin del mundo sin fecha concreta pierde mucha eficacia, y no hay consenso. Lo único seguro es que, tal y como se publicó hace tres semanas, algo se está moviendo en su interior. El premio al titular más tranquilo del día se lo damos a los de El Cronista:

Asteroide 2023 DW (2046): En la lista oficial de amenazas espaciales, este asteroide tiene un mínimo riesgo de impacto, pero suficiente para vender camisetas que digan «Yo sobreviví».

Más posibles topetazos de asteroides en 2025

Si te apasiona el pánico galáctico, siéntate y disfruta, porque aquí tienes una lista de todos los posibles asteroides que pueden chocar la Tierra este año, y su tamaño en metros. Aprovechamos para sugerir a la NASA que le ponga nombres reales, como a los huracanes, eso acojona mucho más. Nadie tiene miedo a un asteroide que tiene nombre de contraseña de Tinder:

• 2012 PB20 – 9 de febrero, 30-60 m.
• 2021 FH1 – 21 de marzo, 23-52 m.
• 2023 HG – 11 de abril, 10-23 m.
• 2023 KU – 11 de abril, 90-200 m.
• 2021 PJ1 – 15 de agosto, 18-40 m.
• 2023 PX – 22 de agosto, 17-39 m.
• SS2 2022 – 13 de septiembre, 9,8-22 m.
• 2015 XX168 – 18 de diciembre, 20-45 m.

La profecía de Baba Vanga: 2025 el principio del final

La profecía de Baba Vanga para 2025 advierte sobre un conflicto devastador en Europa que marcaría el inicio de «la destrucción del mundo tal y como lo conocemos». Además, conecta este evento con la «gran guerra musulmana» del 2024, supuestamente se refiere al conflicto árabe-israelí, con un desenlace en 2043, cuando un califato musulmán podría dominar Europa. Hay que reconocer que algunos en Bruselas están trabajando con ahínco por esta causa.

Si alguna de estas predicciones amenazara de verdad la vida humana en la tierra, tampoco debes preocuparte. La buena noticia es que, aunque el apocalipsis toque la puerta, ya existe una solución para los más afortunados: los búnkeres de lujo. Proyectos como Aerie, un refugio de 300 millones de dólares con suites exclusivas y personal robótico, prometen garantizar la supervivencia en medio del caos, con estilo y comodidad. Mientras el resto contemple el fin del mundo, los inquilinos de estas fortalezas disfrutarán de cenas gourmet bajo tierra, demostrando que, incluso en el apocalipsis, el lujo sigue siendo tendencia.