A veces me canso de escuchar siempre los mismos cds en el coche. Normalmente cuando ocurre esto busco desesperadamente, entre semáforo y semáforo, alguna vieja gloria – de esas que nunca escuchas – pero que llevas en el coche “por si acaso”. Porque oye, nunca se sabe cuando te va a apetecer escuchar a los Beatles que, como las prendas de fondo de armario, nunca pasan de moda. El caso es que a los dos minutos de escuchar “Help” te das cuenta de que lo tienes tan oído como el disco que acabas de cambiar y, hastiada, decides encontrar la novedad en la radio. Suena una canción que no conoces, pero que al segundo identificas con El Canto del Loco. Se nota a la legua, el tono sugerente, la temática adolescente… lo único que siembra la duda es la voz, que no parece la de Dani, pero bueno, cualquiera puede tener un mal día. La sorpresa llega cuando el dicharachero locutor presenta el hit como “lo último de Melocos” – también intercambiable con Jaula de Grillos- … Y así podríamos encontrar diferentes variantes para el mismo fenómeno… y es que la falta de innovación de los nuevos grupos es, en mi modesta opinión, abrumadora. No entro a juzgar si son buenas o malas canciones, simplemente creo que les falta frescura y originalidad.

Te puede gustar más o menos Alejandro Sanz o Pereza pero incuestionablemente tienen su nicho de mercado, su público, su estilo y un todo general que es la marca de la casa. Los artistas que crean un sonido singular e inconfundible nacen, crecen y en la mayoría de los casos, aguantan el tirón por encima de modas y tendencias. A la gente le gusta lo novedoso y huye de las imitaciones, si puede tener el original no comprará algo que “suena como…”. Por eso cuando un artista se queda a medio gas y no llega al ansiado adjetivo de “superventas” frecuentemente la causa es la misma: carece de estilo y personalidad propia. A mi entender, a este tipo de grupos sólo les llega su oportunidad – en lo que a ventas se refiere- cuando el artista al que intentan parecerse se esfuma de la escena.

Del mismo modo resulta pasmoso – y también un poco aterrador – constatar que los dos grupos mencionados arriba son los nuevos fichajes estrella de Sony-Bmg, que casualmente es la discográfica de El Canto del Loco. Es comprensible que la casa de discos pretenda repetir la fórmula de éxito pero creo que este sistema, además de no ser del todo efectivo, repercute en la variedad de sonidos y estilos. Pero bueno, siempre quedarán pequeños oasis por descubrir – como El Mentón de Fogarty – que hacen que valga la pena quitar el cd y encender la radio.