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Popes80 | 18 octubre, 2024

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 Sr. Nadie: «Tocaba en bares para quitarme el miedo a la soledad musical»

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Después de liderar Sexy Sadie durante quince años, y tener una amplia trayectoria detrás, tu nueva identidad, Sr Nadie, suena a incógnito, o a humildad…
Sí, es como firmar “anónimo”. Viene de una canción que compuse para Sexy Sadie, Mister Nobody, la única que grabamos también en castellano. Me hizo gracia hacer este homenaje a mi antigua banda. La letra era de un personaje estilo el hombre del saco, un cuento de un señor que le desaparecen cosas en casa y no se sabe quién es. Me hacía gracia el “qué más da como te llames”.

Pero detrás de este proyecto hay una persona que se irá descubriendo a través de las canciones de este disco.
Lo que hay es música, importa poco como te llames, qué cara tengas… Es para reivindicar eso.

La oscuridad… Aunque 'En la ciudad del aire', tu nuevo disco, es luminoso.
Es un disco optimista, no soy un tristón. Aunque tiene momentos oscuros y luminosos.

A pesar de todo el tiempo que llevas en la música, este proyecto es una vuelta a empezar, ¿es como volver a partir de cero?
Sí. Después de Sexy Sadie no tenía muy claro lo que iba a hacer. El primer año estaba bastante dubitativo, sólo hacía versiones en casa, luego fui tocando por bares para quitarme el miedo a la soledad musical, y después me fui de viaje por América. Allí empecé a escribir en castellano (justo en EEUU!) y fue donde nació un poco todo, compuse las primeras letras y volvió a crecer el gusanillo.

Fueron quince años al frente de sexy sadie, de 1992 a 2006, la banda con la que creciste y una banda con la que os ganasteis un público y un reconocimiento importante en la escena del pop independiente. Supongo que cuando estás bien considerado, es triste poner punto final a una historia como la vuestra.
Sí, empezamos a tocar juntos con 19 años, no teníamos ni idea de tocar la guitarra. Mis primeros compañeros de grupo fueron ellos. Todo pequeño paso, o gran paso para nosotros, nos parecía lo más. Durante todos estos años hubo seis discos y muchos conciertos… Después de separarnos me quedé un poco chafado. No sé hacer otra cosa, bueno, algo sé además de tocar la guitarra, pero…

Pero era tu vida…
Sí, y no sabía muy bien por donde saldría, pero he encontrado un camino y he vuelto a sentir la ilusión de grabar y de tocar otra vez.

Esto de despojarse del “traje” al frente de Sexy Sadie, comprarte otro traje nuevo, ver qué tal te sienta y cómo lo ven los demás, tiene que ser complicado…
Te da miedo todo. Yo siempre he sido bastante tímido, aunque por las circunstancias tienes que superarlo. También sentía inseguridad al estar solo, no tienes al grupo para compartir opiniones… Hay otro tipo de energía que ha hecho que en este caso haya sido todo más lento. Ha sido un poco complicado y he tenido que creérmelo mucho. Han sido casi tres años, pero es como tenía que ser. He tenido que apañarme, pero ha merecido la pena. Y cambiar al castellano tampoco ha sido fácil.

¿Te lo pedía el cuerpo, cantar por fin en tu idioma?
Es algo que tenía muchas ganas de hacer. En Sexy Sadie no cabía ese concepto musical, lo teníamos muy claro: como tú decías, el traje con el que nos vestíamos era otro. El gusanillo de escribir en castellano lo tenía, pero sabía que me iba a complicar mucho, por eso me puse a hacer versiones de otros grupos, para soltarme la voz y empezar a ver cómo sonaba mi voz en castellano.

¿Y qué grupos te ayudaban a soltarte la voz?
Amaral me invitaron varias veces a subir a un escenario con ellos y cantar canciones suyas, fueron tres veces en las que me lo pasé muy bien, y a ellos les gustaba mucho mi voz en castellano. Empecé a animarme, grabé maquetas, versiones de Pistones, Fresones Rebeldes… Estilos muy dispares, pero canciones que a mí me gustaban. Las hacía mías, sólo necesitaba la letra, la melodía y el acompañamiento para tocarla como a mí me da la gana, que creo que es lo que tiene que hacer cualquier músico.

Supongo que ese viaje del que hablabas antes por EEUU y México, y el hecho de estar lejos de casa, en lugares prácticamente desconocidos, te ayudó a encontrarte a ti mismo, y a crear este proyecto.
Sí, fue difícil, porque tengo una hija y una mujer a la que quiero mucho, y estar separados tanto tiempo me hizo aflorar sentimientos, pero eso te provoca ganas de escribir. En el disco también hay cosas de ese viaje, viajaba todos los días y cada noche dormía en un sitio diferente. Cada día intentaba grabar una pequeña idea, y de ahí han salido muchas cosas que están en este disco.

¿Qué canciones empezaron a gestarse allí?
La última del disco, ‘Sé que te veré, la compuse en México, se nota instrumentalmente, hago una descripción de cómo me sentía ese día, de las más personales. A mí me gusta meterme en la piel de los personajes. En esa canción no hablo de mí, sino de una situación, pasando calor y con muchos mosquitos… Una letra más frívola pero muy graciosa. Está también Como una canción, compuesta en mi etapa californiana, hay algún riff country…

Conectaste con la vida de allí, entonces.
Sí, pasé bastante tiempo. Me gustaba escuchar las radios locales y ver qué sonaba allí. Conviví mucho con gente en pueblos, comí en casas con gente que no conocía… Fue un viaje muy inspirador en letras y en música. Quería volver con muchas ideas para trabajarlas luego aquí.

Y ya en España, ¿cómo fue la búsqueda de un sonido propio? ¿Tenías un enfoque distinto de lo que has hecho hasta ahora?
Ahí tuve mis dudas, al principio pensé en hacer algo con programaciones, y sólo acústica y mucho arreglo. Hay un disco que me gusta mucho, de David Kitt, 'The black and red notebook' y me apetecía hacer algo así. Empecé a grabar maquetas en ese plan, pero luego me pareció muy monótono, además cada canción me lleva a un mundo diferente, me parecía un poco locura hacer que todas las canciones parecieran salir de un mismo árbol. Después me vine con todas la canciones, yo grababa baterías, teclados, bajos, todo. Empecé a construir un sonido de un grupo, que es lo que yo quería, subirme a un escenario con una banda otra vez. Al final he llegado hasta ahí, partiendo de una base acabé en otra, pero he sido muy honesto, sólo me he influenciado yo mismo.

Antes has hablado de las colaboraciones que has hecho con Amaral, y precisamente Eva colabora contigo en el tema Me duele la cabeza. Ahora le tocaba a ella acompañarte a ti…
Sí, llegó un momento que les dije que me encantaba cantar sus canciones con ellos, pero le pregunté si algún día querría cantar una canción mía, y me dijo que sí, que encantada. Así que la llamé, se vino a Palma, sin escuchar la canción prácticamente porque sabía que le iba a gustar. Se vino con los ojos cerrados y su interpretación me dejó sin palabras. Me ayudó, puso la voz a una altura que después ¡repetí yo mis tomas! Ella tiene algo muy especial, no solo la calidez, tiene algo emocionalmente muy bonito.

Eva tiene algo poco común en las féminas españolas, es de las que tienen voz sin tener que explotarla o exagerarla demasiado…
Para mí es una de las voces de la música pop en España de todos los tiempos. Las cosas salen de dentro, ella es todo expresión.

La canción tiene unos arreglos preciosos, y justo antes de llegar al estribillo coge mucha fuerza.
Tiene una construcción aparentemente sencilla, refleja bien lo que es el disco en general, me gusta que las cosas suenen naturales, pero tiene una complejidad interna: el puente hipnótico es muy peculiar, es un 5×4, algo que no he escuchado yo nunca en España, o por lo menos en la radio… Es una canción que empieza con la caja de ritmos, como las maquetas que empecé a hacer al principio, pero luego la banda se pone encima de esa caja de ritmos de juguete, y la canción empieza juguetona pero va poniéndose seria. Refleja mucho el pop y el rock que a mí siempre me ha influenciado.

Dices que te gusta que suene sencillo, pero es un disco en el que vas apreciando matices después de cada nueva escucha.
Sí, aunque también hay canciones más inmediatas. Es uno de esos discos que hacen que no te canses, yo no me he cansado todavía y las he tocado y grabado mil veces. Es un disco un poco atemporal a nivel musical, puede sonar a 80, 90 o a los Beatles. No he querido ceñirme a las modas ni a las radiofórmulas, yo he tirado por mi camino. Quería que hablaran las canciones, por encima de estilos. Son canciones que se mantienen, con buenas melodías y acordes. Yo hasta que no tengo una canción que me parezca buena no paro.

El disco los has producido junto a Bori Alarcón, ¿a medias entre los dos?
Sí, yo aprendí de otros productores, como Nigel Walker, Paco Loco… Sin darme cuenta aprendí bastante y estos tres años he producido a otros grupos. Después de haber creado todas las maquetas, y toda la preproducción, quería mantener las riendas del sonido, pero por supuesto siendo consciente de que hace falta que alguien lo vea desde fuera, alguien con otras cualidades diferentes. Hicimos muy buen equipo.

Pero ya lo traías bastante trabajado, entonces…
La cosa venía ya bastante cocinada. Estuve dos meses en el estudio, y hubo tiempo para cambiar cosas de última hora. Está bien que haya tiempo y que los músicos también aporten, porque son parte de este disco.

Estamos hablando de Javier Torres (guitarra eléctrica), Toni Toledo (batería) y Quique Clavo (bajo), tus compañeros en este viaje…
Sí, ahora se ha sumado mi hermano Pablo, que tocaba y cantaba en la banda Jet Lag. Ahora está viviendo en Palma otra vez y me apetecía tenerle al lado. Él también hizo tres discos, pero lleva cuatro o cinco años sin subirse a los escenarios y tiene muchas ganas de tocar.

El disco tiene unos dibujos muy peculiares, estilo infantil. ¿Por qué?
El ilustrador, Fran Bravo, hace mucho trabajo infantil, y el título del disco y la temática de algunas letras son bastante infantiles, en el sentido de ponerte en la cabeza de un niño.

Y con un toque de color, por cierto, muy diferente al videoclip de Me duele la cabeza, en blanco y negro, grabado en Casablanca…
Sí, me gustan mucho las películas francesas de los 50. Nos apetecía que la fotografía fuera la protagonista, no salimos ni feos ni guapos, me daba igual que me sacaran un plano con los ojos medio cerrados, queríamos que resaltara la canción. Rompimos con los esquemas del videoclip comercial.

Ahora te toca presentarlo en directo: 10 de junio en Moby Dick y 11 en Sidecar (* estos conciertos se han trasladado a octubre y noviembre). ¿Y la gira completa, cuándo?
Tengo ganas de tocarlo y ver las caras de la gente. Después del Moby Dick y el Sidecar tenemos algunos festivales, el Ecopop y algún otro, pero la gira fuerte empezará a mediados de septiembre en las ciudades donde teníamos público con Sexy Sadie. Esta es una historia nueva y a nivel público no sé cómo va a salir, pero estoy encantado, tampoco tengo expectativas de romper, con que haya gentecilla ya me vale.

Escuche aquí el audio de la entrevista.


 

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