¿Por qué deberían volver Los Piratas?
Han pasado 17 años desde su despedida en 2004 y 32 desde la fundación del grupo. Llevamos, por tanto, más tiempo sin ellos que con ellos. La razón más poderosa, sin duda, es la vigencia de su repertorio. Y la razón más poderosa para no juntarse, la ausencia del batería Hal 9000, tristemente fallecido en 2015. Pero los fans no deberían perder la esperanza de volver a escuchar en directo el gran repertorio de más de una generación.
Los Piratas demostraron desde el primer momento que habían venido a hacer algo diferente. Eso explica que fueran uno de los pocos grupos en estrenarse con un directo, el disco homónimo que vio la luz en 1992. Ahí, entre el talento, la frescura y la característica voz de Iván Ferreiro, lucían ya tres canciones que llamaron la atención a los espectadores del rock nacional en los primeros noventa: Dentro del mar, La tormenta, y Quiero hacerte gritar. Y sin embargo todo estaba por hacer.
En su estreno en estudio, con Quiero hacerte gritar, se sumaba al clan de las canciones de largo recorrido el corte El sabor de las cosas, en 1993, mientras que dos años después con el rockero Poligamia, Los Piratas comenzaban a delimitar la personalidad que fueron afilando en los años siguientes, abriendo paso a la experimentación con samplers y otras de sus señas de identidad. El disco incluía además dos de sus grandes éxitos: El mundo de Wayne y, por supuesto, Promesas que no valen nada.
Para entonces, el grupo había consolidado su popularidad y supieron aprovechar el momento para lanzar el que es, para muchos, el mejor álbum de toda su carrera, si bien en estrecha competición con los que vinieron más tarde. Hablamos de Manual para los fieles, lanzado en 1997, sin duda imprescindible en la gran banda sonora de los 80.
Allí encontramos M, Fecha caducada, Te echaré de menos, Mi matadero clandestino, o Mi coco, y quedaba claro también el particularísimo talento de Iván Ferreiro para hacer letras que llegan a lo más hondo, saliéndose de los canales y formas habituales hasta entonces.
El éxito de popularidad llegó cuando decretaron el Fin de la primera parte, quinto álbum y primer recopilatorio con algunas novedades, mientras que los directos de la banda se cotizaban a mejor precio que nunca.
Y cuando parecía imposible que superaran el repertorio de la «primera parte», Los Piratas se sacaron de la manga Ultrasónica, un álbum donde no hay ni una sola canción discutible y que agregó el que será -junto a Promesas- el gran himno de la banda viguesa: Años 80. Para el recuerdo de los mejores años, la gira posterior, convertidos ya en una banda madura y con el mundo poprock nacional rendido a sus pies.
La comunión con el productor Suso Saiz fue crucial en la personalidad de Relax, séptimo disco de Los Piratas, y que incluía, además del álbum central formado por doce temas, otros tres cedés, con temas inéditos, versiones, y canciones más experimentales y electrónicas.
Los Piratas cerraron aventura con el directo Fin de la segunda parte.
La música, entonces siguió sonando por separado, siendo la brillante trayectoria en solitario de Iván Ferreiro la que acapara mayor protagonismo, aunque también Fon Román ha sabido reinventarse y buscar un espacio propio sin la compañía de Los Piratas.
A decir verdad, el repertorio de Los Piratas no se ha ido del todo, porque Iván Ferreiro ha sabido respetarlo, administrarlo e incluirlo en pequeños sorbos en su trayectoria discográfica y en sus directos. Por suerte, el artista ha mantenido una evolución muy enraizada con la esencia de Piratas consignando extraordinarios discos en una andadura que se abrió a lo grande con los primeros acordes de Turnedo.
Si habrá ocasión de verlos juntos de nuevo (el parón total de la pandemia ha llevado a muchos grupos separados a replantearse el momento de celebrar su pasado) o no, nos lo dirán ellos. Pero hoy, más de 30 años después del inicio de la magia en los últimos latidos de la movida viguesa, su repertorio sigue totalmente vigente, y los fans de ayer y hoy mantienen las ganas de volver a escucharlo con la fuerza tan peculiar de su directo, en lo que podría ser también un bonito homenaje al desaparecido Hal 9000.
Sea como sea, seguiremos reviviendo los mejores años en lo mejor de su repertorio y disfrutando con sus discos en solitario, sin olvidar que no es casual que casi 20 años después del adiós, nadie haya olvidado aún a Los Piratas.