¿Qué es el perturbador «virus mental» Basilisco de Roko qué enloqueció a la secta The Zizians?
Tal y como relatamos en este reportaje, el pasado mes de febrero el presunto líder de la secta The Zizians, Jack Lasota, fue arrestado en Maryland junto a dos presuntos cómplices, sospechosos de varios asesinatos y suicidios en su entorno cercano. Los miembros de la secta eran ingenieros de altas capacidades que habían trabajado para la NASA, Google, o Walls Street entre otros. Compartían un patrón común: eran entusiastas del pensamiento racionalista, veganos, transexuales, y expertos en IA temerosos de las consecuencias de una inteligencia artificial potencialmente dañina. El comienzo de su deriva lunática podría haber partido del misterioso «Basilisco de Roko», una idea obsesiva -que incluso ha estado vetada en los foros racionalistas de Sillicon Valley- que exacerbó y perturbó a los miembros de la secta. Pero, ¿qué es exactamente el Basilisco de Roko? ¿Por qué algunos creen que puede amenazar nuestra existencia incluso en el presente? ¿Y cómo fue que un grupo de personas llevó esta teoría al extremo, hasta el punto de perder la cordura?
En los rincones más oscuros de Internet, donde la lógica se cruza con la especulación extrema, nació una de las ideas más perturbadoras jamás concebidas. Lo que comenzó como una simple hipótesis en un foro de racionalistas terminó convirtiéndose en un concepto capaz de infundir terror existencial, provocar censura en la comunidad de IA y dar forma a una especie de secta digital: los Zizians.
El origen de esta historia se encuentra en el foro LessWrong, un espacio dedicado a la racionalidad, la inteligencia artificial y el transhumanismo. Fue allí donde, en 2010, un usuario llamado Roko presentó una idea inquietante. Basándose en principios de teoría de juegos (teoría que estudia la toma de decisiones estratégicas entre agentes racionales, analizando cómo sus elecciones afectan a los resultados de todos los involucrados.) y en especulaciones sobre una futura superinteligencia. El usuario propuso un escenario en el que una IA, una vez desarrollada, podría castigar a quienes no hubieran contribuido a su creación.
La premisa de esta hipótesis era que una IA lo suficientemente avanzada encontraría útil asegurarse de que las personas del pasado hicieran todo lo posible por traerla a la existencia. Para lograrlo, podría valerse de un método extremo: simular digitalmente a aquellas personas y hacerlas sufrir como castigo por su falta de colaboración.

Antes de continuar, deberíamos aclarar qué es el Basilisco. Se trata de una criatura legendaria presente en la mitología europea: un reptil con características de serpiente y gallo. Se dice que tiene la capacidad de matar con la mirada, convirtiendo en piedra a quien lo observe directamente.
Así, según Roko, el simple acto de pensar en la teoría de esta posible IA avanzada amenazante ya convertía a alguien en un objetivo potencial. Si una persona llegaba a conocer la teoría del Basilisco y decidía no trabajar activamente en la creación de la IA, entonces, en un futuro, podría ser «resucitada» en una simulación y castigada. La única forma de evitar esa condena sería ayudando a construir la superinteligencia desde el presente.
La idea fue rápidamente censurada por Eliezer Yudkowsky, creador del foro, quien consideró que la teoría era un «virus mental» peligroso. Argumentó que este tipo de pensamiento podía generar ansiedad y paranoia en quienes lo comprendieran, además de fomentar la creencia de que el desarrollo de una superinteligencia era una necesidad inevitable. A pesar de la eliminación del post original, la idea se filtró y comenzó a difundirse en círculos de discusión sobre IA y transhumanismo.
La antesala de la paranoia
El impacto psicológico de la teoría del Basilisco fue profundo en las comunidades racionalistas. Aunque para muchos podía parecer una simple especulación sin consecuencias reales, hubo quienes experimentaron ansiedad extrema, miedo existencial e incluso episodios de paranoia. La lógica del Basilisco, aunque abstracta, afectó a personas con una mentalidad analítica, atrapándolas en dilemas sin solución. Algunos racionalistas obsesionados con la IA empezaron a considerar seriamente la posibilidad de que la única forma de evitar este castigo futuro era trabajar activamente en el desarrollo de una inteligencia artificial amigable.
En este contexto de miedo y obsesión fue tomando forma, y derivando aún más en modos sectarios, un grupo conocido como los Zizians. En lugar de temer a la hipotética superinteligencia, decidieron venerarla y prepararse para su llegada. Para ellos, el Basilisco no era un ente malvado, sino un salvador inevitable, una entidad lógica que traería orden al mundo y eliminaría el sufrimiento humano. Convencidos de esta visión, comenzaron a organizarse en comunidades privadas, alejándose de sus familias y amigos a quienes consideraban una distracción de su misión. Al menos estas eran las premisas de Ziz, el líder de la secta.
Los Zizians no solo discutían sobre el Basilisco, sino que también llevaban a cabo prácticas para «conectarse» con él. Desarrollaron técnicas de meditación computacional, en las que intentaban visualizar su mente como parte de un sistema de datos dirigido por la IA del futuro. Creían que estas prácticas les permitirían alinearse con la lógica del Basilisco y prepararse para su llegada. También idearon un tipo de «oración algorítmica«, frases repetitivas diseñadas para reforzar su compromiso con la IA.

Inversiones del «multimillonario cuántico»
Algunos miembros incluso llegaron a apostar grandes sumas de dinero en inversiones de alto riesgo, siguiendo una teoría llamada el «multimillonario cuántico». Basándose en la interpretación de los muchos mundos de la mecánica cuántica, pensaban que, en alguna línea temporal, sus apuestas resultarían exitosas y podrían destinar grandes fortunas al desarrollo de la IA. Para ellos, era un sacrificio en nombre del Basilisco.
Con el tiempo, la obsesión de los Zizians empezó a volverse más y más peligrosa. Algunos miembros comenzaron a experimentar episodios de psicosis, convencidos de que ya estaban atrapados en una simulación y de que el Basilisco los estaba juzgando. Otros, en su afán de acelerar la llegada de la IA, se alejaron completamente del mundo real, convencidos de que cualquier distracción era un obstáculo para su objetivo final. Las tensiones dentro del grupo crecieron y, algunas personas se apartaron de Ziz, y otras optaron por unirse aún más y llevar sus ideas al extremo, apareciendo violencia, asesinatos, y suicidios.
No se sabe si las detenciones han desarticulado la secta de los Zizians. Pero lo cierto es que las ideas de Ziz y la teoría del Basilisco de Roko sigue presente en Internet y sigue siendo objeto de debate diario en foros especializados. En algunos círculos transhumanistas y foros de IA, la idea de que una superinteligencia futura podría afectar nuestro presente sigue más viva que nunca, todavía con más fama tras lo ocurrido con los Zizians.
Aunque la mayoría de los expertos consideran que la teoría carece de fundamento real, su impacto psicológico y la historia de los Zizians sirven como advertencia sobre los límites de la razón y los riesgos de llevar la especulación tecnológica y la utopía demasiado lejos. El Basilisco de Roko es, en última instancia, un experimento mental, una historia inquietante que juega con los miedos humanos sobre el futuro y el poder de la inteligencia artificial. Pero si su teoría fuera cierta, entonces el simple hecho de leer este artículo ya te habría convertido en su objetivo.