Sugarcrush: «Nos dicen que nos parecemos a Los Nikis pero también a Los Planetas»
Los conocimos por el cachondeo de Los festis, donde se ríen de que siempre vayan los mismos grupos indies a estas citas, por la juerga de La fiesta, y por la manera de ofrecer la otra cara a Un buen día de Los Planetas en su Un mal día. Charlamos con Juanjo sobre el presente y futuro de Sugarcrhus.
¿Cómo estáis en este momento de la banda?
Bien. Trabajando los tres porque de la música no vivimos. Carlos, el bajista, es profesor de Física y Química. Y Kike, el batería, y yo somos enfermeros.
¿Cómo os conocisteis?
Somos amigos desde hace un montón de tiempo. A Carlos le conozco desde el instituto, y a Kike le conocí en la universidad.
¿Y cómo fue vuestra incursión en el mundo de la música?
Antes teníamos otro grupo, Mr Perdigans, con el que solo sacamos un disco. La formábamos nosotros tres y un batería que ya no está. No se mantuvo mucho tiempo, ese grupo terminó como todos los grupos, un poco quemados. Duramos unos dos años. Yo cantaba y tocaba la guitarra como ahora con Sugarcrash, pero Carlos tocaba por entonces también la guitarra y Kike el bajo. El batería decidió dejarlo en el 2017, pero como teníamos el local de ensayo, Kike se compró una batería electrónica sin saber tocarla, empezó a cacharrear y así salieron los primeros temas de Sugarcrash. Y luego ya sí se apuntó a clases. En principio el grupo solo íbamos a ser los dos, luego Carlos se animó. Pensábamos en hacerlo sin bajo, dos guitarras y batería. Y al no convencernos la idea, Carlos dejó la guitarra y se metió con el bajo. Y yo, como toco igual de mal la guitarra que antes, me quedé como estaba.
¿Os han llamado de festivales?
(Risas) De los grandes sólo el Sonorama, y el último tema que tocamos fue el de Los festis con muy buena acogida.
Las letras de los temas os desvelan con cierta edad y nostalgia…
Tenemos treinta y tantos años, yo 38. Componemos en consonancia con lo que hemos vivido, como Espinete que es de muy de nuestra infancia, pero también tratamos vivencias en otras canciones de los que tienen veinte y muchos o treinta y pocos.
El cachondeo es vuestra seña de identidad, Tu cumpleaños es una muestra de humor cotidiano.
El otro día fue el cumpleaños de un amigo y si en el grupo de WhatsApp no le hubiera felicitado, alguien que lo hubiera visto en una notificación de Facebook, ninguno nos enteraríamos y no lanzaríamos las felicitaciones. Y luego siempre vienen las coñas entre amigos, que sí, que es majo, pero que vaya, y empezamos a hablar entre nosotros. Las canciones, porque antes de formar el grupo éramos colegas, surgen solas en cuanto a letras y temáticas.
Cuando formasteis Sugarcrash, ¿teníais claro que ibais a seguir la senda de la ironía o el tono burlón y gamberro?
En principio no teníamos nada pensado, salvo componer canciones para pasarlo bien y que fueran relativamente cortas.
¿Con visos de acabar llegando a actuar en festivales o por tocar con amigos por divertimento?
Cuando Kike se puso a cacharrear con la batería, a los tres meses me llevé un ordenador al local de ensayo para grabar las tres o cuatro canciones que teníamos compuestas para presentarlas a un concurso de Ciudad Real, por ver qué pasaba. Quedamos semifinalistas. Y al quedar así, sin tener ni idea de tocar los instrumentos, pensamos que teníamos algo de tironcillo, y así nos lanzamos a grabar el resto de canciones. Y así surgió el primer disco que tenemos en Spotify. Ese disco nos abrió las puertas de otras cosas, nos llamaron de uno que se llamaba Hollywood, en Ágreda -Soria-, que no sé ni como dieron con nosotros siendo de Ciudad Real. Sacamos ese disco en mayo, aprovechamos para ensayar y practicar mientras se movía por las redes durante el verano y buscamos algún concierto después, y a las pocas semanas contactaron con nosotros por Instagram. Y ahí que nos plantamos, al poco de salir el disco. Como no estaba planeado y Carlos estaba en Cuba, fuimos solo Kike y yo, batería y guitarra. A lo Cala Vento.
¿Y no acabasteis en el pilón?
No, pero casi. Durante las tres primeras canciones se le cayó la baqueta tres o cuatro veces, recuerdo estar cantando y escucharle gritar “joder, mierda”. Sorprendentemente al público le moló y lo disfrutó, y eso que como teníamos pocas canciones algunas las repetimos.
¿Os está gustando la aventura o es un problema compaginar vuestra vida familiar y profesional para ensayar y actuar?
Es complicado, ya no solo por la familia, Carlos trabaja de lunes a viernes. Kike y yo, según los turnos que nos toquen, aunque Kike acaba de firmar nuevo contrato que le permite librar los fines de semana. Cuando estuvimos actuando en Santander, Carlos se vino con la mujer y los niños, intentamos cuadrar con nuestras vidas los conciertos que nos van saliendo. No nos dedicamos a esto. Esto es un hobby. Nos sale lo comido por lo servido y más con los precios que tiene la gasolina ahora, que es buena temática para hacer una canción. En una ocasión preguntaron a Carlos que si teníamos un plan B por si nos fallaba la música, y contestó que la música era el plan C. El otro día en Santander, que estaba acojonado por si no teníamos público al no ser de ahí y porque estaba diluviando, afortunadamente vendimos 38 entradas.
¿Invertís en promoción?
En Facebook, campañas de 30 euros. Y tiempo para informar desde nuestras redes, informar a los medios de la zona en la que actuemos… Nos entrevistaron en El Diario Montañés antes de actuar en Santander. Sí que hemos notado que ahora tenemos mejor acogida a donde vamos que antes de la pandemia.
¿Cuáles son vuestros referentes musicales?
Algunos temas nos salen algo punk pop y otros más indie rock. En mi caso, con veinte años, escuchaba rock como Extremoduro o Platero, y en la treintena empecé a escuchar más a Lori Meyers o Vetusta Morla. Pero ninguna de estas influencias se ven reflejadas en lo que hacemos. Nos han llegado a decir que nos parecemos a Los Nikis y luego que si a Los Planetas. Los Nikis y Los Planetas… digamos que no se parecen mucho.
¿Cómo surgió el tema de Un mal día?
Teníamos la melodía de la música y voz hecha desde hace un montón de tiempo, pero no teníamos letra. Y Kike o Carlos, volviendo de un concierto de Burgos, dijo de hacer la letra, que además es nuestra canción más larga, dura más de cinco minutos. Dijo de hacer algo diferente, que no tenga estribillo, así a piñón. Y así salió la idea de hacerla como Un buen día de Los Planetas, que no tiene estribillo. Pero hicimos todo lo contrario. Ni la melodía ni la voz se parece, pero sí en la extensión y en que no figura estribillo.
Contadnos proyectos para el 2023…
Sacar algún single más, dos o tres canciones nuevas, y sacar nuevo disco de unos once temas agrupándolos con la recopilación de toda la ristra de canciones que hemos ido sacando desde el 2020.