Nombres ilustres de los 80 participan en ‘Músicos en cuarentena’
Nombres ilustres de los 80 participan en el libro solidario ‘Músicos en cuarentena’, a beneficio de la Asociación Sanfilippo. Carlos Segarra (Los Rebeldes), Javier Ojeda (Danza Invisible), Manuel España (La Guardia) y Fernando Márquez (Paraíso, La Mode), aportan así sus experiencias, vivencias y anécdotas durante el confinamiento.
Se suman a un amplio elenco de artistas como Carlos Tarque (M-Clan), Manuel Martínez (Medina Azahara), la actriz Beatriz Rico, Pere Gené (Lone Star), Bieito Romero (Luar Na Lubre), Miguel Alférez (Decibelios), Marta Botía (Ella Baila Sola), Paco Clavel, Javier Herrero (Los Pecos), Helena Bianco (Los Mismos) y Carlos Pina (Panzer), los cantaores flamencos Pitingo, Rocío Márquez, María Toledo, Argentina y José Valencia y el guitarrista Juan Manuel Cañizares, que giró ensu día durante un año con El Último de la Fila, entre otros muchos. Se suman a la lista reputados fotógrafos, escritores y periodistas musicales como Jesús Ordovás, Ignacio Julià, Miguel Trillo, Juan de Pablos, Domingo J. Casas, etc.
‘Músicos en cuarentena’ es un trabajo colectivo dirigido por Lauren Jordan, escritor, productor y músico (Gatos Locos, Inoportunos, Teorema); prologado por el periodista Iñaki López, con la asistencia de Roberto Gil, cantante de Tennessee, Pedro J. Pérez (director de Nueva Ola 80) y de Francisco Reina (director de Pellizco Flamenco y redactor de Popes80), con el apadrinamiento del actor Carlos Iglesias.
La Asociación Sanfilippo ha puesto en marcha la creación de este libro solidario que recoge experiencias, anécdotas y vivencias de distintos músicos durante el confinamiento. La recaudación de la venta del libro ‘Músicos en cuarentena’, que verá la luz en junio, irá destinada íntegramente a la investigación del síndrome de Sanfilippo.
El síndrome de Sanfilippo
El síndrome de Sanfilippo (Mps III) es una enfermedad degenerativa, acumulativa, genética y mortal infantil, reflejada dentro del grupo de las enfermedades de depósito lisosomal. Los pacientes afectados por ella (niños), nacen aparentemente normales hasta llegados los 2 – 5 años de edad.
La falta de una enzima (proteína) en su organismo hace que su cuerpo no degrade cadenas largas de moléculas de azúcar acumulándolas en los lisosomas. Cualquier persona sana eliminaría estas sustancias mediante la orina.
Dichas sustancias se acumulan en su cerebro, volviéndose tóxicas, dañando paulatinamente todas las células hasta matarlas. Ello provoca, entre otros múltiples efectos, un severo deterioro motriz y mental, generándoles una muerte prematura, entre los 15 – 20 años de edad. Se calcula que el síndrome de Sanfilippo será diagnosticado en uno de cada 70.000 nacimientos.