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Popes80 | 24 noviembre, 2024

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El coronavirus dinamita la temporada alta de conciertos en España

El coronavirus dinamita la temporada alta de conciertos en España
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Grave contratiempo para la industria musical. Los artistas y profesionales de la industria asisten en las últimas horas al mayor golpe que ha recibido en la historia la música en directo. Al igual que en otros sectores, el coronavirus está obligando a la cancelación de giras, festivales y conciertos también en España. Desde comienzos de esta semana se suceden los anuncios de cancelaciones, en lo que es solo el inicio de una tendencia que crece exponencialmente hora a hora.

Las primeras cancelaciones proceden precisamente de los conciertos más complicados de manejar, aquellos que implican a mayor número de profesionales y espectadores. Así anunciaba, por ejemplo, Cadena 100 la suspensión de su célebre cita anual La Noche de Cadena 100:

De la misma manera, Cadena Dial anunciaba la suspensión o aplazamiento de sus premios:

Grupos como Tequila -se ha suspendido su concierto del 20 de marzo en Madrid- o Amaral también se han visto obligados a cancelar o aplazar sus conciertos, por el momento, el que estaba previsto para Madrid:

La crisis global del coronavirus afecta también a aquellos grupos españoles que se encuentran inmersos en giras internacionales. Es el caso de Los Secretos, que anunciaba así el aplazamiento de sus próximos conciertos en México y Lima:

Y aunque en los diferentes festivales españoles, por el momento, no hay cancelaciones oficiales, sí las hay de hecho si consideramos la prohibición de reuniones de más de mil personas en actos en casi todo el territorio español, una medida que tenderá a extenderse y aumentar en los próximos días. Aún sin cancelación oficial, también son muchos los espectadores que toman la iniciativa, devolviendo sus entradas o tratando de revenderlas en Internet.

Un duro golpe a una industria muy debilitada

Muchas giras y conciertos previstos en diferentes ciudades españolas aún no han sido canceladas. Son muy escasas las posibilidades de que esos conciertos se lleven a cabo, sin embargo, la razón de mantener fechas en Madrid o el País Vasco de actuaciones previstas para marzo o abril es que los promotores y artistas puedan organizar mejor la suspensión y, en su caso, nueva fecha o devolución de entradas.

Asimismo, la existencia de fiestas mayores aún sin cancelación oficial -la de las Fallas de Valencia llegó anoche-, hace que grupos, recintos y promotores esperen la actuación y decisiones de los organismos públicos antes de dar el primer paso.

Sea como sea, el mundo de la música española, cuyo modelo de negocio en 2020 pasa inevitablemente por las actuaciones en directo, va a sufrir con el coronavirus un revés tan obligado como catastrófico para su debilitada salud. En una crisis cuya duración es imposible de determinar, y que dinamita directamente el núcleo de su negocio, que es la concentración de la mayor cantidad de gente posible en recintos, el futuro se presenta negro y repleto de preguntas sin respuesta.