Alba Messa: «He puesto toda mi energía en este disco»
Nació en Monforte de Lemos y casi el mismo día de su nacimiento se marchó a vivir a Lugo. A Monforte volvió para cantar años después. Una actuación muy especial. Es actriz, es compositora, es cantante, es letrista, es artista. Talento multidisciplinar. Lo he escrito hace unos días en Desde la Costa, Alba Messa canta como actúa y actúa como canta.
Corta edad y larga trayectoria. Con 6 años pisó unas tablas por primera vez. Y hasta hoy, programas musicales, famosas series de televisión, actuaciones y teatros, y canciones. Ha vuelto a la música para hacer, esta vez sí, su música, su disco. El disco que siempre había querido hacer. Por algo se llama Con todas las consecuencias.
Estrenamos con ella hoy un nuevo formato de entrevista en Popes80. Nos saludamos en la cueva que dará cobijo a estos encuentros a fondo con artistas. Entre versos de Machado y Hölderlin. Un piano brilla al fondo con tristes melodías golpeadas con gran entusiasmo. Nuestra protagonista lleva todo el día atendiendo a los medios. Le pedimos un esfuerzo extra. Se percibe que, aún cansada –la promoción, para el que no lo sepa, es algo físicamente agotador-, no es capaz de no hablar con cariño y emoción de su proyecto musical.
Llegas aquí el 26 de febrero de 2019, después de una larga carrera de obstáculos. ¿Estás cansada o con energía?
Antes de sacar el disco tuve momentos de sentir un agotamiento tan duro… Ha sido un proceso muy largo que hasta ahora no me ha permitido tener un feedback. Ha sido poner, poner, siempre poner… Y no recibir nada. Antes de que saliera el disco varias veces me caí de agotamiento. Pero ahora estoy con energía. Contenta. Lleva unos días a la venta y me han ido llegando comentarios que son como mi gasolina. Hay mucha siembra y ahora empiezo a recoger los frutos.
A nuestros lectores les sorprenderá un disco tan sólido, de una artista tan completa y, en cierto sentido, tan madura. No es el disco de una debutante con su primer LP, aunque en cierto modo lo sea…
Sobre este álbum, una persona me dio un consejo: “saca un disco como si no fuese el primero”. Y lo entendí perfectamente. No sacar un disco amateur, con errores o con mala calidad. Y he ido a grabar un disco así, cuidado, perfeccionado, mimado.
Pero cuéntanos, ¿cómo empezó todo? ¿Cuál es tu primer recuerdo en el mundo artístico? La primera imagen.
La primera vez que me subí a un escenario con público fue por estas fechas hace muchos años. Un sábado de Carnaval en Lugo. Se celebraba una fiesta para niños en una discoteca. Había un concurso en la radio, si los niños llamábamos y contábamos un chiste nos regalaban una entrada para la fiesta. Y yo, que tenía 6 años, llamé todos los días de la semana, pero en vez de contar un chiste cantaba una canción. Un trocito de una canción. Además de conseguir un montón de invitaciones para todas mis amigas, me invitaron a cantar en la gala. Llevaba un vestido como de sevillana que me había traído una amiga de mi madre de Málaga. El vestido era más grande que yo. Canté Como una ola a capella. En medio de la canción la gente me empezó a aplaudir y yo entendí que si lo hacían era porque tenía que terminarse la canción. Yo solo interpretaba los aplausos como el final de una canción. Así que en medio de la actuación, escuché aplausos, paré y me fui, con toda la tranquilidad. Y dejé mi actuación. Y esa fue mi primera vez ante el público.
¿Y cuál es tu primer recuerdo componiendo tus propias canciones?
De niña jugaba a una cosa de niña que más tarde comprendí que eso era componer. Soy hija única y he jugado muchísimo sola. Jugaba a cantar lo que veía o lo que sentía. Cantaba canciones infinitas. Luego con el tiempo entendí que ya estaba componiendo canciones porque hacía melodías, cambiaba palabras, repetía un estribillo. Fueron esas las primeras veces. Ya de adolescente tengo el recuerdo de una de las primeras canciones que compuse. Se llegó a producir más tarde. Se llamaba Tú y solo tú. La compuse en Lugo, en mi cama, con la guitarra. Estaba muy enfadada, como llena de rabia por muchas cosas, y lo plasmé en la canción. Tendría unos 15 años.
¿Cómo entras en la rueda de la televisión y cómo valoras la experiencia, no ahora con la visión que tienes, sino en ese momento?
Después de mi actuación en los Carnavales, me llamaron de la televisión local de Lugo. Lo viví casi como si fuera Eurovisión. En el colegio, en mi familia, lo viví como si fuese algo enorme.
Has tenido que gestionar la fama muy joven. ¿Cuántas veces has perdido la cabeza?
Pasé por un montón de etapas. Haber empezado muy niña y aunque fuese una tele local, tuvo consecuencias: de pronto en Lugo me conocía todo el mundo. Pasé una primera etapa inocente, de niña, pensando que qué bonito es todo, que voy por la calle y la gente me felicita. Otra etapa de sentirme especial, no arrogante, pero sí sentir el yo como algo más. Luego pasé, cerca de los 20 años, por una etapa de bastante agobio. Yo estaba en una serie en la Televisión de Galicia y me agobiaba mucho que me reconocieran. Me ponía mis gafas de sol como los típicos famosos porque me angustiaba. Con 21 me vine a Madrid. Terminé justo la carrera de Periodismo y terminé la serie que estaba haciendo en Galicia y me vine al día siguiente. Vine a Madrid porque quería seguir formándome. Y aquí la vida era otra cosa.
España es un país muy estrecho de miras cuando se topa con un artista polifacético. ¿La televisión te ha perdonado que te entregues a la música y viceversa?
Mi actriz nutre mi música, mi música nutre mi actriz. Son diferentes vehículos de expresión. Yo no puedo separar esas facetas. Es muy limitante esa creencia de que solo podemos hacer una cosa, creo que podemos hacer lo que queramos, lo que nos nazca.
En tu primera gran incursión musical, sufres un desengaño con la industria discográfica. ¿No era lo que esperabas?
Hace años tuve una experiencia en la que sí eran mis canciones, pero yo no pintaba nada en la producción. El camino que llevaba la producción no me identificaba. Fue doloroso. Era la primera vez que yo enseñaba a alguien mis canciones. Jamás me atrevía a enseñarle mis composiciones a nadie. Y la primera vez, me llega toda una vorágine de posibilidades, con lujosos recursos para grabar… Y todo fue muy rápido. Así que yo estaba con mucha excitación y el golpe fue duro al darme cuenta de que no había podido realmente participar en la producción. Así que aprendí que si quería mandar en mi proyecto necesitaba pagarlo yo.
Hay una canción de Cooper, dedicada a un grupo que empezaba a saborear las mieles de la fama: “Hoy, solo tienes el mundo a tus pies / y la mente del revés / pues lo que te importaba / ya no te importa nada / Hoy solo piensas en huir / yo también estuve así / te sientes tan cansada de la avenida de cristal”. Y luego añade: “porque el éxito al final, es como beber licor, sienta bien aunque es amargo su sabor”. ¿Te ves en la canción?
Yo he vivido cosas buenas y malas, como todos. A veces creemos que estar super felices por algo es lo mejor, pero tampoco es así. Hay que estar alegre pero regularlo porque si no luego viene la resaca, lo amargo.
Pero hoy lo ves de otra manera…
Tengo mucho interés y energía puesta en que este disco vaya bien porque de eso dependerá que pueda crecer, alcanzar mis metas no solo artísticas. Pero sí voy con pies de plomo. Cada vez que me pasa algo bueno trato de celebrarlo pero normalizarlo en seguida. Que pasen cosas buenas debería ser lo normal.
¿Tú crees que lo normal es que nos pasen cosas buenas?
No sé si es lo normal. Pero intento decirle a mi cabeza que es normal que me pasen cosas buenas.
Hablemos de las canciones. Será será es un hit. Aunque arranca en el pop vocal termina en ritmo discotequero. ¿Estaba concebida para el baile?
No, no. En origen era otra cosa. No había esa parte un poco dance que entra en mitad de la canción. La original era divertida pero no tenía toda la locura y el trabajo posterior. Una de las cosas que hago siempre después de grabar la voz principal, coros… me gusta improvisar sin seguir ninguna estructura. Algo que ya me pasó con Fantasma, que de repente creo un loop que mola. Me encanta introducir partes instrumentales con improvisación vocal, quizá porque me formé mucho en jazz. Pero en origen no era así. Eso se creó en el estudio. Cuando se genera de poder crear en la producción con un buen productor, es genial. Trabajé mucho con el productor Manu Chalud en este tema. Será Será me trae la imagen de velocidad, de carretera… y cuando el productor, probando sonidos, me enseñó el acelerador que suena ahora en la canción, vi que era perfecto y le pedí que lo metiera. Hay muchos detalles así de producción.
¿En La noche vemos a la Alba Messa que puede dar un concierto de piano y voz? ¿Te sientes cómoda en ese formato?
Me gusta mucho. Es diferente. Mi vivencia es diferente. Cuando estoy sola con el piano, las canciones cobran una emoción mayor. Estoy yo al mando. La claqueta la llevo yo. Y me permite jugar más con las canciones y entrar más a fondo en las canciones. No para hacerlo todos los días pero es algo interesante.
¿Haces conciertos de piano y voz?
En esta gira habrá algunos. El 2 de mayo en Valencia, por ejemplo.
El pop es más predecible. Tu música, aunque es pop, muchas veces deriva por lo imprevisible.
En este disco intentaba sentirme lo más libre posible. Era imposible agarrarme a una estructura…
En Fantasma, vemos un estilo personalísimo de hacer canciones muy pop. Es muy difícil encontrar referencias y las comparaciones son odiosas. Pero por momentos vemos algo de Ella Baila Sola, después rompe más en un tema muy Presuntos Implicados, y al final hay algo de Mecano…
¡Lo de Mecano me lo han dicho más veces! Y es curioso porque de niña escuché mucho Mecano. Le encuentro sentido a la referencia, aunque yo no lo consigo ver en mis canciones. Es posible que inconscientemente lleve cierto tipo de melodías de su influencia.
En Mecano había muchas melodías de juego. Y eso también lo hay en tu disco.
Puede ser. Me lo han dicho más veces. Si hay algo de Mecano está en el subconsciente, lo cual es maravilloso.
En Hombre de hielo descubrimos una Alba Messa más salvaje. Y con registros de voz que se adaptan a la interpretación. ¿Crees que tu formación como actriz influye en esta interpretación tan plástica? Te oigo cantar y veo lo que estás representando.
Claro. Uno de los trabajos de actuar es conectar tu frase con algo dentro de ti que te ancle, que le proporcione el peso necesario a lo que tienes que decir. Eso lo llevo dentro. Es necesario que aquello que vaya a decir esté anclado, ya sea cantando o hablando. Sé qué imagen tiene en mi cada palabra en mis canciones. Todo está muy anclado en lo que significan y desde ese sentimiento es como las canto e interpreto. Me fascina poder interpretar mis propias canciones, vivirlas, meterme ahí en ellas.
“Quizá algún día quieras cambiarme la vida / quizá algún día quieras cambiártela a ti / me hablas a través de la paredes / es más fácil que hablar mirándome a los ojos”. ¿Hemos perdido la capacidad de hablar a los ojos, como cantaba Antonio Vega?
Por supuesto. Cada vez nos cuesta más escuchar a los demás no solo con los oídos, sino con todos los sentidos. Es una lucha de todos. Hay que intentar recibir un poco, escuchar bien, más a las personas en carne y hueso.
Hay otra canción de Los Limones que siempre recomiendo a los artistas: Ángeles. Cuando todas las luces se apagan, las cosas no salen. Dice así: “hay una clase de gente / está si todo va bien / pero en los malos momentos te dejan caer”. Y añade: “hay otro tipo de gente / que vi desaparecer / cuando yo iba de subida a lo alto del cartel / pero de pronto aparecen / se te congela la piel / estás tirado en el suelo y te ponen de pié (…) Sin pedir nada a cambio / te vuelven a sorprender / mis amigos, mi familia, mi gente tan fiel”. ¿Te han tenido que poner de pie muchas veces?
Sí. Completamente. Yo me he sentido extremadamente sola muchas veces. Y volver a coger la guitarra a cantar canciones de otros… fue un proceso lento. Me he sentido abandonada. Pero también después me he sentido recogida y apoyada, como me siento ahora mismo. Mi pareja es la persona que más que me ha apoyado en toda mi vida. Es eso, un ángel. Y yo eso no lo había vivido antes. Él me presionó para volver a cantar, para componer, para lanzar este proyecto musical.
¿Qué sueñas con este disco?
Que lo escuche muchísima gente y que haya mucha gente que conecte con las canciones. Y poder tener el apoyo de una compañía, un equipo que me quite muchos pesos que tengo a día de hoy.
Dime solo una imagen, un sitio en el que te gustaría estar con tu nuevo álbum…
Me gustaría poderme colocar en un lugar de cierta tranquilidad, que se me tenga en cuenta, y que se me valore como artista. Que no se crea que soy una chavala que ahora me encaprichado con hacer música. Yo ya me siento respetada ahora, por la industria, por los seguidores.
La entrevista fotográfica: Alba Messa
¿Qué es la entrevista fotográfica? En el pie de foto encontrarás la pregunta que le hemos hecho y en la imagen, la fotografía con la reacción de la artista al responder.
Fotografías: Joel Dalmau.