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Popes80 | 23 noviembre, 2024

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Seguridad Social: «Este disco marca el final de un ciclo feliz y nos abre nuevos caminos»

Seguridad Social: «Este disco marca el final de un ciclo feliz y nos abre nuevos caminos»
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Antes de nada, hay que recordar que Seguridad Social es un caso singular en el rock español. Quizá ningún grupo puede presumir de llevar tantos años en lo alto, cosechando éxito single tras single, reciclándose y reinventándose… trabajando en definitiva. Con esta gran colección de vivencias a las espaldas, ¿cómo afrontáis la celebración de los 30 años?
Con mucha naturalidad. Vivimos en una gira infinita, que nunca acaba. Recuerdo que una vez paramos en el 96, que fue el momento álgido de nuestra carrera, y de pronto nos sentimos como peces fuera del agua. Siempre tenemos algo que hacer. Siempre hay un disco, o una canción, o una actuación, aunque sea en invierno, a dos o tres semanas vista. He preferido no tener que enfrentarme al abismo de terminar una gira y empezar otra, por eso estamos continuamente tocando. Intentamos no pensar excesivamente en el pasado ni en el futuro, y mantenernos trabajando y aprendiendo, que es lo que nos caracteriza.

Y con este espíritu, ¿cómo encajáis la idea de esta celebración, de este disco?
Ha sido fabuloso pensar en la celebración de los treinta años porque nos enfrentábamos al reto de meter muchas canciones que han sido importantes en nuestra carrera, pero de una forma distinta. ¿Cómo plantearlo? Pues como un cumpleaños. Como si tu ahora mismo vinieras a mi casa a celebrar mi cumpleaños. ¿Qué hacemos? Pues primero nos tomamos dos copitas, evidentemente, porque estamos de celebración, y luego sacamos el cajón y la guitarra y nos ponemos a tocar: canciones desnudas, canciones como las hemos parido, sin muchos efectos, sin excesiva producción, sólo intentar sacar y transmitir la fuerza de la canción cuando nace. Y esto nos ha abierto un universo extraordinario, porque lo que puede hacer este disco -que es lo que hemos procurado también- es algo muy acústico, que pueda realizarse en cualquier lado. En cualquier sitio, sacamos el cajón y la guitarra, y no es necesario tener una superproducción para que suene nuestra música. Eso es lo que pretendíamos en este disco. Y si además de hacer un disco acústico como nunca lo habíamos hecho, podemos contar con amigos que han querido colaborar, como es este elenco de familia que ha querido sumarse, pues ya tenemos dos cosas que nunca habíamos hecho que podemos juntarlas y hacer un cumpleaños. Ha sido más natural de lo que parecía, aunque también debo decirte que hemos estado años preparándolo para que todo surgiera bien. Con mucho trabajo, con la gente adecuada para hacerlo, con nueva discográfica –Blanco y Negro-, y estamos encantados. No queríamos hacer sólo una grabación con mucha gente sino que fuera un concierto y algo más, que se celebró el 15 de mayo en el auditorio de la diputación de Alicante, a los que hay que agradecerles toda su colaboración en el proyecto.

¿El resultado final del disco es lo que se escucha de la grabación del directo o habéis grabado partes fuera del concierto de Alicante?
Era imposible juntar a todos. Y por ejemplo, en canciones como Chiquilla, Raimundo Amador la grabó en el concierto, pero luego tuvimos que volver a grabar porque Bunbury también quiso hacer el mismo tema. El estaba haciendo su disco en Los Ángeles y no era fácil contar con él para el directo. Algo similar ocurrió con Carlos Goñi, que se rompió el brazo poco antes y tuvimos que posponer su grabación. Así que hicimos otra grabación extra. Y luego dos más: una con el grupo argentino Estelares con el que hicimos Quiero tener tu presencia. Y otra, la de Mi rumba tarumba, con Panóptica Orquesta Americana. Exceptuando eso, el grueso de la grabación es el directo del auditorio. Y hay un DVD que refleja todo eso con preguntas a todos los músicos participantes, muy divertido, que os lo recomiendo.

Habéis conseguido un disco… digamos “mágico”, por una cuestión: no habéis hecho ni un directo eléctrico –que hubiera sido lo fácil pero rompería la memoria de vuestro histórico directo-, ni un acústico, ni un disco de versiones, ni un disco de colaboraciones, ni un grandes éxitos… es más que todo eso junto. Por eso me gusta mucho la imagen que propones del cumpleaños, porque el resultado es algo completamente nuevo en el que se percibe que habéis puesto todo el corazón. El producto es sorprendente y abre el horizonte de Seguridad Social a un sonido inédito.
Te agradezco sinceramente que digas eso y que lo percibas así. Estamos alucinados. Porque esto es una cosa que hacemos normalmente en nuestra casa. Nosotros hacemos cincuenta bolos al año y desde siempre la gente nos ve como grupo imprescindible en muchas fiestas y festivales, con un sonido caracterizado por toda esa energía eléctrica que llevamos siempre. Bien, pero ahora lo que pensábamos es: ¿no nos estaremos perdiendo la ocasión de atender esta otra faceta más acústica? Que es algo que hacemos a diario en casa de una manera natural.

Hablamos de las colaboraciones. Resulta bonito ver cómo muchos años después Carlos Goñi y tu habéis vuelto a juntaron en un escenario. Si ya lo hiciste por primera vez en aquel inolvidable Básico de Revólver, ahora Carlos te devuelve la visita…
Carlos Goñi y yo somos vecinos. Vivimos a cinco minutos. Somos muy amigos. Yo lo conocí hace muchos años cuando estaba con Garaje, antes de Comité Cisne y Revólver. Pero nos hicimos amigos de verdad a raíz del Básico. Y poco a poco como nos hemos ido conociendo, y nos vemos continuamente, hasta compramos en los mismos supermercados; últimamente teníamos ya esa broma: “¡oye que a ver si hacemos algo ya juntos!” Se dio la fortuna además de que en las fiestas de julio en Valencia me invitó a tocar en Viveros, que fue algo impresionante. Y tenemos una relación extraordinaria. Yo creo que con todos los que participan, pero con Carlos Goñi, hay aún más amistad. Le propuse participar en el disco y vino encantado. La canción, Camisa de once varas, la eligió él. Yo le advertí que aunque es muy rockandrollera le íbamos a dar la vuelta para el disco, porque la íbamos a hacer con cajón flamenco pero lo vio claro desde el primer momento. Me dijo: “Jose, lo que tu quieras, vamos a muerte”. Y la verdad es que ha quedado extraordinaria. Al menos para mí.

Realmente ha quedado muy bien, y muy sorprendente. Muy distinta.
Eso es. Te lo agradezco…

También me ha sorprendido mucho Condenado a vivir… ¡Qué manera de reinventarla!
Con Raúl Pulido, que lástima que el otro día estuvo en La Voz y lo tiraron, pero es un chaval… Te explicaré quién es: Raúl es el hijo del batería de La Banda Trapera del Río de Barcelona, el primer grupo punk español. Y le gusta la rumba como le gusta el pop, como le gusta todo. Queríamos también que hubiera gente de varias generaciones, y gente que no fuera tan conocida. Por eso teníamos a Raimundo Amador que es de una generación anterior, y luego a todos nuestros compañeros de siempre, Los Rebeldes, Danza Invisible, etc… Es decir, pretendíamos que también hubiera gente que no fuera tan conocida pero que les pudiéramos echar un capotito también, porque se lo merece y se va a salir. Y me alegro de que lo hayas visto así, porque no todo el mundo lo ve: mucha gente de la rumba saca el rock, nosotros hemos hecho lo contrario. Canciones que tienen mucho rock, mucho blues, mucho góspel, mucho soul, las hemos llevado al otro lado. Condenado a vivir sería un buen ejemplo, y La camisa de once varas, otro.

Sí que es verdad que después, las colaboraciones de Javier Ojeda y de Carlos Segarra son bastante más razonables, están en su terreno.
Complemente en su terreno, eso es.

Y luego Carlos Tarque, la gran voz del rock español, como está en una etapa también más tranquila, encaja bien y hace crecer un montón No verte más.
Era nuestra intención. Y además, lo pidió él también: yo quiero hacer No verte más. A pesar de que esté muy trabajado y estudiado, todas las colaboraciones han surgido con mucha naturalidad. Hemos dejado que elegir a todos. Lo bueno que tiene el DVD que acompaña al disco es que allí les hacen preguntas a los artistas que han participado y explican cómo conocieron a Seguridad Social, cuentan cosas divertidísimas. Y Carlos Tarque precisamente dice eso: “empecé a conocer a Seguridad Social con Que te voy a dar en un garito, pero el No verte más es una canción que me va al pelo”. 

Preparando esta entrevista echaba la vista atrás porque también tengo la suerte de llevar muchísimo tiempo siguiéndoos y me preguntaba qué cara se te queda al contemplar tu propia trayectoria, y pensar que hace treinta años estabas ahí arrasando con canciones tan poéticas y preciosas como Mata a un jubilado, o Sinforoso el leproso… 
(risas) ¡O Frida es del ku klux klan !

Exacto, canciones que van directas al corazón y capaces de enamorar a la chica más difícil.
¡Canciones de amor auténticas! (risas)
Pues después de esta trayectoria tan lírica y hermosa, no sé cómo se te ocurre ahora sacar un rock punky de letra tan desagradable y grosera como Un beso y una flor… 
(risas) No, verás. Lo de Un beso y una flor, cuando hicimos por primera vez nuestra versión en el 96 o así… En realidad, todo empieza antes: Yo cuando iba con mi padre con las cintas de cassette, escuchábamos a Nino Bravo a morir, sin parar. A veces le decía: “vale papá, me gusta mucho Nino Bravo pero quiero escuchar también a Elvis o los Beatles”. Al cabo del tiempo me di cuenta de la importancia que tiene para los valencianos la voz de Nino Bravo. Y en concreto, el poder de Un beso y una flor que se ha convertido en algo más que una canción. En toda Latinoamérica se ha convertido en la despedida de curso de la gente, en las bodas… Nino Bravo existe en todas sus emisoras. Sigue mucho más vivo que aquí. Desde entonces cerramos todos nuestros conciertos con esta canción como está en el disco y todo el mundo de habla castellana se la sabe perfectamente y la canta entera. Así se convierte en un final de ceremonia apoteósico. Además, la seguimos haciendo en reggae, porque ya sabes que nos encanta y, hombre, es políticamente correctísima pero realmente se convierte en un momento impresionante para cerrar un concierto.

Y de ahora en adelante, ¿seguimos con gira infinita o cuáles son los planes?
Sí, seguimos de gira pero yo ya estoy trabajando en un nuevo proyecto en el que estoy embarcado -que no te puedo avanzar mucho ahora-, va a ser algo monográfico que se podría convertir incluso en un musical, aunque no voy a hacerlo, pero podría serlo, porque tiene un hilo conductor, es una historia muy bonita, y todas las canciones están relacionadas. Yo sé que ahora, exceptuando este trabajo, es una locura hacer un disco de sólo un conjunto de canciones, si no haces algo verdaderamente monográfico o que tenga un sentido… Estamos volviendo un poco al single: te dicen, “saca un single pero no vendas un disco con dos canciones buenas y que todo lo demás sea basura”. Estamos pensando en un trabajo que pueda ser de otra manera, que interactúe con otra rama del arte, que llevo mucho tiempo trabajando con ello, pero que no quiero entrar ahora en detalles, más adelante sí os lo contaré. Esto es como el título del disco, Por siempre jamás, como nos contaban en los cuentos infantiles con final feliz. Podemos hablar de un fin feliz de un ciclo pero en absoluto del final de Seguridad Social ni de nuestra creatividad porque estamos ahora incluso metiéndonos en terrenos en los que jamás habríamos podido meternos.

De eso quería hablarte. Este disco que abre un sonido que hasta ahora no habéis explotado. ¿Tienes en mente llevar esto al directo?
Sin duda. De momento para todos los inviernos, lo utilizaremos para tocar en salas pequeñitas, en pubs, o en comedores.

Algo que hasta ahora no habías hecho…
No, por supuesto, por eso estamos tan ilusionados. Pero no es sólo eso, sino que además esto internacionalmente va a ser muy atractivo también, porque tu ahora vas a Londres a tocar, y vas a hacer rock and roll básico y tradicional, de un grupo español cantando en español… ¡vale, qué bonito! Pero no, al meterle un cajón, llevamos el blues y el soul hacia otro terreno. No es sólo rumba, hay fusión de estilos…

Aparte de un repertorio lleno de éxitos, que eso ayuda.
Eso claro. Y seguirá así. Que nos falta mucho por recorrer. Ahora que estamos maduros tenemos las orejas bien abiertas para atrevernos a cosas que no habíamos hecho nunca como, por ejemplo, utilizar un poco la música electrónica con nuestra música rock característica. Podríamos encontrar un término medio. Estoy muy interesado también en los ritmos africanos antiguos, y en encontrar una música de baile muy adecuada, pero con nuestras características. Esto es lo que tenemos en mente. Todo por hacer…