Bunbury: «Lo que me toca ahora es ofrecer material de primera»
'Las consecuencias' es un disco reposado, para degustar con calma. Hay artistas que creen que estos son los discos que realmente dejan poso, los discos a los que siempre se puede volver porque no aburren… ¿Crees que 'Las consecuencias' es un disco así?
La verdad es que sí, creo que este disco aguantará bien el paso del tiempo; aunque al final, ¿quién sabe? En mi opinión, este es un álbum con una producción, instrumentación y canciones que poseen las características para no sucumbir a la derrota de las modas. Esperaremos a ver.
En los últimos tiempos, varios músicos de rock han dejado un poco de lado los temas más enérgicos y se han decantado por discos intimistas, más lentos e introspectivos. Hablo de Quique González, de Pereza, e incluso M-Clan. En tu caso, ¿qué es lo que te ha llevado a confeccionar un disco de este estilo?
Mi disco anterior, 'Hellville de Luxe', sería todo lo contrario, es el lado más brillante del rock, un disco up-tempo, para degustar en bar, de cerveza. Éste, en cambio, es más bien un álbum introspectivo, de vino tinto, abisal y oscuro. Cada momento y sentimiento precisa de una instrumentación, y éste, necesitaba la madera y lo orgánico, en lugar de la electricidad.
Canciones como 'De todo el mundo' o 'Los habitantes' demuestra una de las señas de tu música: que puedes darle mucha fuerza a una canción desde un medio tiempo, sin recurrir a excesos de instrumentación o de producción. ¿Crees que está en tu voz la fuerza arrolladora de tus canciones más lentas?
No sé que decirte. En este álbum he cuidado mucho la interpretación vocal. No siempre he podido desarrollar la interpretación como he deseado. En los primeros discos en los que ejercí de productor e intérprete, simultáneamente, ('Pequeño', 'Flamingos' y 'El viaje a ninguna parte'), estaba tan preocupado por mostrar claramente la directriz musical que, al final, no tuve tiempo de ejercer del cantante que puedo ser. También creo que voy mejorando como vocalista y que, seguramente, a los sesenta, no lo haré mal.
Cantas en 'El Boxeador' que «golpea mejor quien golpea primero»… ¿Sueles golpear primero?
Todo lo contrario. Yo soy de los que ponen la otra mejilla.
La cruda historia de amor de '21 de octubre', con tu voz y la guitarra acústica al desnudo durante casi toda la canción, crecerá más aún acompañada del susurro y los chasquidos de la edición en vinilo de 'Las consecuencias'. Lo mismo sucede con muchas otras canciones del álbum. Parece un disco pensado para el vinilo. ¿Recomiendas a tus fans aprovechar la disculpa de la edición en vinilo para recuperar este formato?
Claro que lo recomiendo. Yo soy un voraz comprador de vinilos. Apenas compro CD. A día de hoy, casi ninguno. No me gusta el formato, ni el sonido; aunque mucho peor es el MP3. La vuelta del vinilo sería una alegría para todos aquellos que valoramos sinceramente el sonido y el proceso total de la grabación de un álbum.
Parece que los temas de 'Las consecuencias' piden una gira más acústica, ¿te planteas presentarlo en teatros o pequeñas salas?
Tienes razón. En principio, la idea es hacer toda la gira en recintos adecuados para el concepto general del álbum. Creo, además, que nos va a posibilitar ofrecer una gira radicalmente diferente a la de 'Hellville de Tour'.
Dada la buena calidad de tus últimos videoclips, que casi son pequeños cortos, ¿no te atrae la posibilidad de trabajar en alguna película? ¿Te han propuesto algún papel?
Me propusieron varios papeles a mediados de los noventa, que rechacé, afortunadamente para los amantes del séptimo arte. Nunca me vi en el pellejo de un actor. Considero que es una profesión complicadísima, sobre la que no tienes apenas control. Me gustaría hacer más videos interesantes con directores de calidad, aunque no siempre (cada vez es más difícil), es posible disponer de la financiación necesaria para ello. Las compañías discográficas cada vez tienen menos plata y me temo que, en el futuro, mis videoclips estarán financiados por el Banco Sabadell.
Llevas desde los 80 soportando el peso de una fama creciente. En tu caso, quizá, especialmente intensa, con fans muy incondicionales, tanto en solitario como en Héroes del Silencio. ¿Cuántas veces has querido desprenderte del personaje público que eres y volver al anonimato? ¿Te sucede ahora con más frecuencia que antes?
Estoy más acostumbrado que en los primeros tiempos. Hago todo lo posible por llevar una vida normal. En realidad, exceptuando los momentos en que me subo a un escenario o estoy de promo, mi actividad cotidiana se parece mucho a la de cualquiera. Me siento totalmente anónimo, hasta que alguien se me acerca. Por lo demás, estoy muy agradecido al público que me permite tener una vida creativa, con la que mostrar mis inquietudes.
Loquillo fue el primero en proponerlo en público. El pasado mes de noviembre, Juan Herrero, columnista de Popes80.com, publicaba un artículo instando a Loquillo, Bunbury, Calamaro y Urrutia, «los cuatro jinetes de negro», a plantearse «en serio» hacer una gira conjunta. Tras el éxito del artículo, Popes80.com y Pideunconcierto.com lanzan una pequeña campaña de respaldo a la idea que ha recibido ya multitud de adhesiones. ¿A ti te gustaría hacer esa gira? ¿Crees que es el momento?
Bueno, la idea, no es nueva, como sabrás. Creo que la primera vez que lo comentamos fue en 2002-3. En aquel momento, habíamos grabado juntos la colaboración para el primer álbum de Jaime Urrutia, y el videoclip de '¿Dónde estás?'. En aquel momento Jaime iniciaba su andadura en solitario con 'Patente de Corso'; el Loco estaba con la gira de 'Feo, Fuerte y Formal', si no me equivoco; yo con la de 'Flamingos'; y Andrés, no quería hacer giras después de su 'Salmón'. Abandonamos la idea durante un tiempo, esperando encontrar el momento justo. No creo que ninguno de nosotros tengamos, en estos momentos, problema alguno en afrontar una gira de esas magnitudes, más bien, todo lo contrario. Ahora, alguien debe dar el paso para ofrecer una infraestructura grosa para semejante empeño. No parte de que nos juntemos los cuatro en torno a una una botella de Dom Perignon, eso es fácil. Nosotros somos músicos que componemos canciones, las grabamos y nos subimos a un escenario. Estoy seguro de que hay una gran cantidad de público que le encantaría vernos juntos cantando un repertorio que, sumado, hace un buen puñado de historia.
¿Es España un país agradecido con sus artistas más grandes? ¿Crees que se respeta aquí tu trabajo y tu trayectoria?
España es como es, con sus grandes virtudes y sus defectos. Desde luego, cualquier generalización no sería justa con las individualidades que conforman este pueblo de pueblos. Pero, es obvio, que no es como Francia o Argentina, países que exageran la grandeza de su Historia, sus artistas, sus deportistas…
¿Cuando comenzaste tu carrera en solitario, después de Héroes del Silencio, te imaginabas que llegarías a este punto? ¿Qué esperabas entonces y qué te encuentras ahora?
No, claro, ni de coña imaginaba ni aguantar tanto tiempo haciendo música, ni que llegaran mis canciones a tanta gente como han llegado a ambos lados del Atlántico. Creo que el momento en el que me encuentro es óptimo para comenzar a hacer algún disco importante. El aprendizaje, me ha mostrado el camino y lo que me toca ahora es ofrecer material de primera.
Los gustos siempre son algo muy personal… Pero desde mi punto de vista (Itxu Díaz), 'Las consecuencias' es el mejor disco de Bunbury en mucho tiempo. Algo parecido a cuando Diego Vasallo decidió inmortalizar su propia carrera en solitario grabando 'Canciones de amor desafinado', un disco para siempre. 'Las consecuencias', tal vez es pronto para decirlo, tiene ese mismo olor a inmortalidad… Es posible que no te preocupe demasiado todo esto, pero ¿crees que recibirás buenas críticas desde el principio?
No he pensado nunca en las críticas. Primero porque, mientras estas son siempre perecederas, los discos, hasta los más malos, tienen una vida más o menos larga. Segundo, porque si hiciéramos caso a las críticas, muchos pensaríamos que somos los mejores y otros, se querrían quitar la vida. Tercero, porque las críticas, son opiniones personales, sin más importancia que la de escuchar a alguien con unos gustos más o menos similares a los tuyos. Al final, lo que verdaderamente importa es conectar con alguien. Si este disco llega a alguno de vosotros, estaré más que agradecido y, si alguno, como tú, piensa que mi disco debe estar en la misma estantería que el 'Canciones de Amor Desafinado' de Diego Vasallo, empezaré a creérmelo demasiado, y tendré que gastarme el dinero que ahorré para mi jubilación, en psicoanalistas.
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