Yo creo que Miley Cyrus debería tomar una decisión drástica. No le compensa seguir haciéndose fotografías. Cada vez que la protagonista de Hannah Montana se hace una foto se arma un lío tremendo. Generalmente con razón, pero incluso sin ella. La última polémica la recogía ayer El Confidencial Musical. Una asociación de asiáticos americanos, hasta ahora mundialmente desconocida, cuyas siglas responden al sorprendente nombre de OCA, ha denunciado públicamente la actitud de Miley Cyrus por lo que consideran una ofensa monumental al mundo asiático. Según explica ECM el origen del enfado de la OCA está en una fotografía informal que circula por Internet. La imagen, que también publica El Confidencial Musical (ver la noticia), muestra a la jovencísima Miley Cyrus acompañada por unos amigos o, al menos, unos tipos que simulan algo parecido a amistad y cercanía. Tanto la artista como el resto de los presentes en la foto aparecen achinándose los ojos con los dedos, como si fueran chinitos de la China. Todos, menos uno de ellos, que no necesita fingir sus ojos achinados porque sus rasgos son evidente y científicamente asiáticos.

La foto es una de tantas bobadas sin interés que circula por la red. Lo único que la diferencia, por supuesto, es que la artista Miley Cyrus es una de las protagonistas de la instantánea. En un primer instante pensé que alguno de los que acompañan a la cantante y actriz podría pertenecer a los Jonas Brothers, pero tal extremo ha sido violentamente desmentido por varios de sus admiradores. Que los admiran mucho y que no comparten mi sentido del humor.

Miley Cyrus es el prototipo de artista 2.0. No sé exactamente qué significa eso pero supongo que podrán imaginárselo y contármelo por correo electrónico cuando tengan un rato. Por lo demás, sin ánimo de ofender a los ofendidos, toda esta historia de la protagonista de Hannah Montana es una estupidez que lo único que demuestra es que los responsables de la asociación de asiáticos americanos disponen de demasiado tiempo libre.

En infinidad de rincones del mundo se practica la marginación y el racismo de forma descarada, violenta y salvaje. En general, la discriminación y la violencia contra los diferentes está a la orden del día. Quiero decir que hay negritos y asiáticos que tienen problemas serios en muchos lugares del mundo, y sufren realmente la violencia, nuevas formas de esclavitud o la marginación. Quiero decir que de un tiempo a esta parte, en la India, por ejemplo, a los cristianos los apalean y les prenden fuego con especial entusiasmo, sobre todo si son mujeres y niños rezando en el interior de templos. Quiero decir que, por ejemplo, también en nuestros días, en el mundo musulmán se apedrea o lapida a mujeres por decisión de las autoridades, sin muchos miramientos. Quiero decir, resumiendo, que por desgracia la violencia contra colectivos -y no colectivos- se lleva a cabo a diario de manera preocupante en muchos lugares del planeta. Por eso no considero razonable que esta respetable asociación considere a esta chica una racista y arme semejante jaleo por una fotografía privada en la que se ve a una famosa de escasos 16 años achinándose los ojos en compañía de unos amigos, como podían haber aparecido tocándose la nariz, o levantando el dedo índice de la mano derecha. En realidad, se puede esperar cualquier cosa de una adolescente famosa que firma con un gran corazón sobre la “i” de «Miley». Si no me creen busquen su firma.

Siempre he creído que los artistas, por su especial situación e influencia sobre su público, deben tener una responsabilidad especial a la hora de hablar y actuar. Miley Cyrus es un ejemplo a seguir para millones de niños en todo el mundo, gracias a la serie de Disney, y por eso deberá tener especial cuidado con lo que hace y lo que dice. Por eso me pareció lógico el revuelo que se armó con sus anteriores fotografías. Pero esto ya me parece excesivo y cansino; una polémica alimentada por ese tipo de prensa -especialmente británica- tan repugnante y degradada, que habiendo perdido todo escrúpulo, sólo desea sobrevivir a base de llevar al extremo cualquier bobada que tenga por protagonista a algún famoso, famosillo o famosete. En cuanto a la actitud de la OCA no sé qué más decir. Salvo que hasta ayer no tenía ni idea de la existencia de esta asociación.

Ya en el ocaso del artículo debo confesar mis simpatías por Miley Cyrus y sus colegas los Jonas Brothers. De toda la basura que ha triunfado en la infancia internacional en los últimos años, tanto la actriz como los hermanos Jonas me parecen lo más salvable. Me refiero, sobre todo a su faceta musical. Al menos, por lo que he leído sobre ellos. Ya les contaré más en detalle si alguna vez los escucho…

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