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Popes80 | 18 octubre, 2024

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 Guerrero García, mucho más que la voz de 091

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José Antonio García fue la inolvidable e inconfundible voz de los míticos 091, y cuando uno la vuelve a escuchar en directo, le resulta complicado no pensar en ellos. Hoy, siguen caminos diferentes: su guitarrista y compositor, José Ignacio Lapido, en solitario; en tanto que García se ha aliado con Toni Guerrero (ex Chamaco) para esta nueva aventura musical. Pero, debo decir que Guerrero García es mucho más que la voz (y la armónica) de los añorados 091, pues Guerrero aporta su indudable talento al conjunto, no en vano compone al alimón con García, y su maestría con la guitarra.

El pasado 12 de octubre, presentaban su primer trabajo, de título homónimo, en el teatro Calderón de la localidad granadina de Motril. En los últimos tiempos, es bastante frecuente ver conciertos de rock en este tipo de escenarios, que suelen ajustarse bastante bien a los requerimientos de un recital de estas características, salvo por una cosa: se hace raro asistir a un concierto de rock sentado.

El público, que casi llenó el coqueto teatro motrileño, disfrutó de un espectáculo singular. Amén de los diez temas recogidos en el primer álbum del grupo, también interpretaron la canción recogida en el EP de presentación (no incluida en el disco), ‘Oublier le temps’, con un pegadizo estribillo a dúo entre Guerrero y García. A ello sumaron un tema inédito, con toques country, con calidad suficiente para haber sido recogido en alguna de las dos entregas discográficas citadas.

Pese a que la gira de presentación del disco no ha sido precisamente extensa (lamentablemente, el rock en castellano, salvo honrosas excepciones, sigue siendo para minorías), la banda granadina suena muy compacta. La guitarra de Guerrero es el contrapunto perfecto a la peculiar voz de García, que emplea la armónica con gusto. Así, temas como ‘El cielo en mi cabeza’, ‘Camino perdido’ o ‘Flechas sin blanco’ son una muestra bastante representativa del rock elegante que facturan estos músicos de largo recorrido.

No faltaron las sorpresas, como cuando el batería, José Rueda, se atrevió a interpretar un tema de Los Tigres del Norte, ‘Los carros colorados’, narcocorrido que casa bien con la propuesta de Guerrero García, que se despidieron con sendas versiones de Tequila y 091, en este caso, del tema ‘La canción del espantapájaros’, revisado en clave de percusión (batería, cajón flamenco, tamboril y cencerro), sin guitarra ni bajo, aunque sí con la voz y la armónica del que fuera vocalista del mítico grupo granadino.