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Popes80 | 18 octubre, 2024

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 Hermanos en el escenario (II Parte)

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[Esta es la II Parte del reportaje «Hermanos en el escenario» que iniciamos el pasado jueves, si lo desea vaya al inicio del reportaje]

CONTINUACIÓN DE CLÁSICOS EN SU GÉNERO

Hermanos Auserón

En 1979, Luis y Santiago Auserón se presentan a unas pruebas realizadas por Herminio Molero, que pretende crear un nuevo grupo de rock. Estos hermanos, ya vinculados por letras al mundo de la música, entran así a formar parte de Radio Futura, dándole música, canciones y voz a una formación que dejaba claras sus intenciones en el título de su primer álbum, allá por 1980: 'Música moderna'. Desde aquí, los conciertos apasionados y los éxitos marcan la trayectoria del grupo, con algunos cambios de integrantes, con discográficas y managers, pero manteniendo un gran nivel en sus trabajos, con clásicos como Veneno en la piel o La canción de Juan Perro.

Por su parte, cada uno de los hermanos Auserón ha exprimido su talento al máximo.

Luis Auserón, tras la disolución de Radio Futura, viaja por América e investiga nuevos sonidos de rock brasileño, y publica en 1994 un disco en solitario con colaboraciones de la talla de Raimundo Amador o Josele Santiago. Además participa en la producción de importantes discos (incluyendo los de Juan Perro). En 2007 crea el grupo Amantes del Eco, y produce su propio álbum de estudio.

Santiago, siguiendo la estela de Radio Futura, crea un nuevo proyecto bajo el nombre de Juan Perro, y en 1993, junto con Kiko Veneno, ofrece una gira inolvidable que dará lugar a una nueva y exitosa faceta de su vida profesional. Además, este artista multidisciplinar ha sacado a la venta recientemente un disco grabado en concierto el año pasado, en el que presenta sus canciones acompañado por la Original Jazz Orquestra del Taller de Músics de Barcelona, con arreglos y dirección de Enric Palomar.

Juntos, además, grabaron el disco de versiones de clásicos del rock y soul 'Las malas lenguas' (2007).

De todas formas, no es recomendable perderles de vista ni un solo instante. Estos hermanos tienen la capacidad de crear a cada instante, con talento y sin perder ni un ápice de calidad. Si no nos crees, echa un vistazo a La Huella Sonora.


Hermanos Flores, hermanos Carmona

Hemos querido juntar dos familias que entrelazan sus raíces en algún punto, que tocan todos los palos sin dejar de respirar flamenco, que tienen en generaciones anteriores espejos en los que se miraron ellos y todos. Porque ellos tenían en casa a músicos que han sido referentes para muchísimos músicos que les escuchaban por la radio o en vinilo, que hubieran dado cualquier cosa por escucharles el tarareo matutino que dejaban escapar sin querer.

Rosario, Antonio y Lola. Los hermanos Flores. La pequeña, Rosarillo o Rosarito para todos aunque crezca, tiene la chispa gatuna que resume el nervio de su hermano, su padre, El Pescailla, y su madre, Lola Flores. Engancha y atrapa sobre un escenario, a pesar de ser menuda llena el aire con sus movimientos y su voz, y supo cantar a su hermano como nadie. Este año repasa sus canciones favoritas, esas que siempre quiso cantar, en un disco elegante y cálido, ‘Parte de mí’. Lola, Lolita, Lola, la mayor, más calmada, sigue su camino, como cantante, como actriz, va perfilando una trayectoria firme, segura, con éxitos que no desentonan pero le mantienen siempre en un puesto respetable en el panorama artístico nacional. Antonio, caso aparte. Un genio que se fue demasiado pronto, que fue valorado demasiado tarde. Cantautor, poeta y urbano, deja a su paso canciones eternas, inolvidables. En 2002 se pone a la venta un homenaje promovido por su familia, 'Para Antonio Flores, Cosas Tuyas', guiño a sus 'Cosas mías', abrazo a un recuerdo que perdura en el tiempo.

Antonio y Juan. Decir Carmona es decir Ketama. Aunque sólo Juan estuvo en los inicios, el segundo trabajo del grupo, publicado en 1991, ya contó con la voz de Antonio. Millones de discos vendidos, más de diez años de carrera y una fusión del flamenco que, a pesar de la insistencia de los puristas, caló hondo en la gente, y abrió las puertas de un mundo desconocido por muchos, el del flamenco. Acostumbró oídos, ejerció de perfecto aperitivo de mucho por conocer. Tras su separación, ya tenían un reconocimiento ganado a pulso en el mundo de la música. Actualmente, Antonio defiende un primer trabajo en solitario que está siendo muy bien acogido por crítica y público. Y Juan, reconocidísimo guitarrista, acompaña en el escenario a una promesa del flamenco que tiene mucho, pero mucho que decir: Pitingo, y su Soulería.


Hermanos Muñoz

Una historia. David y José, nacidos en el humilde barrio de Cornellá, rozando aún los veinte años, trabajan en una fábrica de coches y pasan sus ratos libres aporreando la guitarra. Graban una maqueta, y por una de esas casualidades (de esas que casi nunca se dan), terminan teniendo una prueba para una discográfica en Madrid, graban su primer disco, y se convierten en toda una revolución, Estopa. Aunque en un primer momento parecía que iban a ser flor de un día, han pasado ya casi diez años desde entonces, han compartido escenario con musicazos de la talla de Pancho Varona y Antonio García de Diego, acaban de autoproducir su quinto disco y han vendido millones de discos dentro y fuera de España. Y esa maqueta que guarda las risas de dos chavales que aún no sabían lo que les esperaba, es ahora una joyita que guardan miles y miles de personas en su casa.

Estos chicos tienen algo que engancha. Caen bien, caen siempre bien. Han vuelto a llenar los coches y las casas de rumbas, y llenan los escenarios y los platos de televisión de risas y buen rollo. Y además conservan la misma actitud que al principio, como si todo el alboroto que se crea a su paso no fuera cosa de ellos, o al menos como si ellos no fueran los protagonistas. Dejan que siga la fiesta y disfrutan de ella, van haciendo amigos a cada paso y mantienen una forma de vida sorprendentemente normal (teniendo en cuenta las cifras, los viajes, las compañías…). Parece que lo tienen todo para ser felices, y que lo aprovechan. Uno de esos casos que te podrían morder de envidia insana. Pero es que son tan majos…


Este reportaje continúa en la siguiente página con los hermanos Ferreiro, García Lapido, los Sorokin, los Raya… Siguiente >