Directos
Hablaré de memoria. Hablaré conforme a mis gustos. Que nadie se ofenda. ¿Por qué todo artista tiene que tener un disco en directo?
Desconozco por completo quien fue el primero que grabó una actuación en vivo, ni en España, ni en el resto del mundo. Pero la idea corrió como la pólvora. «La magia de su sonido en directo» suele ser la coletilla de este tipo de discos. Pero no nos engañemos, la mayoría de este material en directo, vuelve a ser regrabado en un estudio. Es la oportunidad de sacar al mercado un recopilatorio, pero que las canciones suenen de manera distinta (a ser posible), aunque esa opción me parece mil veces mejor que sacar el mismo material de siempre en un grandes éxitos.
A ser posible todo buen directo debe contar con colaboraciones espectaculares. Esto trae como paradoja que todos los directos terminan, por lo general, con la colaboración de Enrique Bunbury, como es el caso del directo de Piratas, Jaime Urrutia, Quique González, Revolver, Mikel Erentxun Aunque en este apartado también puede incluirse a Iván Ferreiro. Dentro de poco la novedad será «en este disco no participaron Bunbury ni Ferreiro». La compañía procurará que esos artistas sean mediáticos.
Por supuesto, ahora todo buen disco en directo deberá de ir acompañado por una edición de lujo que incluya un DVD con la actuación y contenidos extras tipo «backstage». Pero no siempre un disco en directo significa éxito, o que sea del agradado de los seguidores.
El primer directo que cayó en mis manos fue el «Ante todo mucha calma» de Siniestro Total, y que quieren que les diga, muy poca gente está a la altura de semejante concierto. Otros directos que me marcaron fueron «A pelo» de Platero y tú, el de Burning, y el «Teatro Victoria Eugenia» de Duncan Dhu. Luego he ido escogiendo entre mis favoritos el «Ajuste de cuentas» de Quique González, el «Directo» de Los Secretos (estuvo alrededor de siete años en mi estantería musical sin que me cautivase), «Sin enchufe» de M-Clan, el querido ambiente de taberna en el «Directo desde La Botellita» de Los Limones y el directo de Mamá (no confundir nunca con Maná, por favor).
Otros, en cambio, han pasado sin pena ni gloria por mi ánimo, me gustan porque gustan las canciones, pero no noto que me aporten demasiado, como «En vivo mucho mejor» de Ariel Rot, el «Básico» de Antonio Vega, «Vivo en vivo» de Efecto Mariposa, «En Joy» de Jaime Urrutia, «El Regreso» de Andrés Calamaro y «Fin de la segunda parte» de Piratas.
Hay otros que encerraría bajo llave, como el de Coti ¿a quien se le ocurre cambiar a Andrés Calamaro por Paulina Rubio? para un fan como yo, eso es imperdonable. El de Sabina, pero con una matiz, lo encerraría porque no me gusta nada el sonido que tiene; ya sé que es cuestión de gustos, pero no tuvo nunca mejor sonido en un disco que en «19 días y 500 noches», quizás en alguna canción suelta como «No permita la virgen», o «Peces de ciudad», pero no me gusta el sonido de la parte acústica, me repele.
También desearía que se hiciesen discos en directo con un formato que quieren escuchar mis sentimientos. Un acústico, sin ningún tipo de electrónica, de Los Planetas y Jose María Granados. Otro sería de Chaouen, enterito, con sus comentarios, que son casi tan importantes como sus canciones. Otro sería una readaptación de las canciones de Nacho Vegas, en algún teatro de provincias.
Pero ya lo dije. Hablo de memoria. Y sólo de discos en español. Seguramente se quede lo mejor en el teclado del ordenador.