Redacc.
popes80
Nacha
Pop fue uno de los grupos más entrañables e importantes de la movida.
En 1978 Nacho García Vega y Carlos Brooking
coinciden el colegio Liceo Francés y se unen a Jaime y Antonio
Vega para formar un grupo. Los comienzos musicales más anecdóticos
que otra cosa se descubren tras el nombre de Uhu. Poco tiempo
después el famosísimo batería Ñete sustituye a Jaime en
la banda y comienza a funcionar Nacha Pop como tal.
Tras
diversas aventuras típicas de los primeros años de un grupo joven
comienzan a superar sus primeras cimas tras telonear a Siouxie y Ramones
sin dejar indiferente a quienes rodean y siguen.
Hispavox
edita en 1980 el clásico Nacha Pop bajo la producción de Teddy
Bautista. El disco ya incluía la venerada Chica de ayer y
realmente, no tenía desperdicio por ninguna de sus extensas caras.
Las
diferencias en cuanto a la composición entre los primos Nacho y Antonio
eran más que notables, pero en absoluto estaban reñidas, la sensibilidad
de Antonio contrastaba y complementaba la vitalidad de las
canciones de Nacho. En 1982 Buena Disposición -un clásico
entre los clásiscos del pop español- no convence en resultados
comerciales a Hispavox, como tampoco llegó a hacerlo su primer trabajo.
Antonio comenzaba además a acusar problemas de salud por su mala vida.
Pronto
abandonan Hispavox y firman con DRO para lanzar en 1983 el disco Más
números, otras letras. Otro gran disco en el que resalta un poco más
la genialidad y sensibilidad de Antonio Vega que el tiempo
ha confirmado.
En
el 1984 el maxi Una décima de segundo incluye además dos
versiones de la canción, una de las más bellas composiciones de la
historia de la música española.
En
1985, ya con Polydor, publican Dibujos Animdos, un cambio importante en
las bases compositivas del grupo y sobre todo: un disco repleto de
excelentes canciones. Grité una noche es una de las mejores joyas
firmadas Nacho García Vega. Mientras que Antonio
destaca por Lo que tu y yo sabemos, Relojes en la oscuridad y sobre
todo, probablemente, la canción más bella del disco: Cada uno a su
razón.
Antonio
brilla en las tinieblas poéticas y Nacho brilla en su luminosidad.
Nacha va trazando una memorable historia a través de algo de lo que
muchos grupos carecen... buena música, buenas letras... buenas canciones.
Pero la situación del grupo no es del gusto de todos, porque lo que Ñete
decide abandonar el grupo.
En
el 1987 llega El Momento. Nacho se luce de nuevo con sus
ritmos y letras joviales en canciones como Vístete, mientras que Antonio
continúa su particular mundo construyendo un disco repleto de buenas
canciones: No se acaban las calles (más tarde interpretada por Ramoncín,
en el polémico homenaje a Antonio Vega), Desordenada
habitación (más tarde magistralmente interpretada por Antonio
Vega y Enrique Urquijo para el segundo disco en
solitario de Enrique con Los Problemas en lo que es
una de las colaboraciones más increíbles de la historia del pop), Persiguiendo
sombras, Puertas abiertas (más tarde interpretada por Duncan
Dhu en el citado homenaje a Antonio Vega) y la
genial, la increíble Lucha de gigantes de la que poco más podemos
comentar... es una canción -como algunas otras de Antonio-
inexplicable, indescriptible, la mejor forma de explicarla es escucharla
en cortante silencio interpretada por Antonio Vega en
directo.
Y
la bonita historia termina... llega la despedida del grupo como si nada...
En 1988 Nacha Pop se despide con un espectacular doble
directo con todos sus -ya- clásicos. Un disco sin novedades, pero un
directo con todos sus éxitos, el directo de despedida es un recuerdo
obligado para quien crea entender algo de la historia reciente de la
música española. Nacha Pop 80-88 es
naturalmente un exitazo de ventas.
Terminada
la historia sin saber muy bien los motivos o más bien, sabiéndolos
demasiado bien, Nacha Pop desaparece y sus seguidores
comienzan a multiplicarse. Buena parte de la separación se debía a las
diferencias musicales entre Antonio y Nacho -además de un
buen puñado de cuestiones y calibraciones bien explicadas en la reciente
biografía de Nacha Pop Magia y Precisión que
aprovechamos para recomendar vivamente-.
Nacho
García Vega se lanza con Rico un proyecto muy a su
estilo con buenas canciones pero que no cuaja entre el público. Lo
intenta después de varias maneras fiel a su genial estilo y encuentra
finalmente un lugar privilegiado como compositor -especialmente- para
campañas de publicidad, etc... Antonio por su parte se sumerge
definitivamente en su mundo y reaparece en 1991 con No me iré mañana
bajo su nombre, Antonio Vega comenzando así una
espectacular carrera en solitario que le convierte -actualmente- en el
compositor, el músico, el poeta por excelencia de los supervivientes de
la movida. El genio compositivo de Antonio es palpable y en
nuestros días muchos lo ven ya como una leyenda viviente. A pesar
de múltiples esfuerzos, continúa viviendo intermitentes ráfagas de
complicaciones de salud.
Nacho
y Antonio son uno de los parentescos más célebres de la música
pop española, al nivel por ejemplo, de los hermanos Urquijo de Los
Secretos.
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