Crítica
Actualizada a 10 de octubre 2006 |
El corredor de la suerte
(Mikel Erentxun) |
María Carbonero/Popes80
Cuando alguien escucha por primera vez el “Corredor de la Suerte” se
pregunta ipso facto: ¿Cómo es posible que tras más de 20 años de
carrera este chico suene igual de fresco que el primer día? No resulta
extraño que hayan salido 21 temas buenos de entre 35 compuestos, pero aun
así el resultado final es mejor de lo que se podía esperar. Al fin y al
cabo era una apuesta arriesgada. El primer álbum incluye los más acústicos
e intimistas, esos que el público saborea en los directos. En el segundo
se enchufan las guitarras, auque a veces con más pasión que sentido. A
pesar del inmejorable resultado final, hay un salto cualitativo entre los
dos álbumes. Salvo excepciones como “Arde Madrid” o “Generación”
el resto de temas son en general, más flojos que los del primer disco.
Lo primero que se oye al poner el cd, Cartas de amor (cuando no hay
amor), es como si dejaras la ventana abierta...un soplo de aire fresco
entre toda la mediocridad que ronda en los últimos tiempos...hay tantas
cosas destacables en este tema que no sé por dónde empezar. Desde la
imponente línea de bajo que acuna las estrofas hasta los puntillosos
arreglos de la guitarra eléctrica que despuntan entre las guitarras
acústicas... sin duda una inestimable tarjeta de presentación. “Marcos
y Nerea”, que parece sacada de un álbum de Springsteen, aporta una
letra comprometida y de carácter intimista, con guiños a su querida San
Sebastián.“Locuras” es una de esas canciones que parecen hechas
para el set acústico de los directos, donde la conexión del artista con la
audiencia llega al clímax, y no hace falta ser un lince para saber que
será uno de los “temazos” de la gira. La voz de Erentxun consigue
emocionar en esta balada como en ninguna. Cantada como un susurro en el
oído de forma tan cercana que resulta casi obscena. Otra de las joyas del
disco es sin duda “Sweet Home Lousiana”. Aunque en España no se
lleve la combinación “porche y mecedora” al más puro estilo country, esta
canción nos transporta a tierras norteamericanas para poner en entredicho
la pena de muerte. Música y letra se dan la mano para formar uno de los
temas más potentes de los 21 que forman el doble álbum. El mordaz título
de la canción se repite en el estribillo donde se hace más evidente la
ironía: destaca la crudeza del estribillo con los optimistas acordes que
lo acompañan. Al igual que el protagonista de la canción dedica un “dulce
hogar” al estado que le condena a morir.
El segundo disco también abre fuerte con “Arde Madrid”, donde la
voz del donostiarra se junta con la de Dani Martín, vocalista de El Canto
del Loco. Sin tener una letra memorable la canción suena potente y cuenta
con unas segundas voces que mejoran notablemente la composición. “Tardes
de lluvia, mañanas de” es una canción agradable de pop ligero, al más
puro estilo Duncan Dhu, con unos coros bonitos y muy fácil de digerir. Sin
embargo lo mejor está aún por llegar, la nostálgica “Generación” es
quizás la mejor canción de este segundo álbum. El sonido general que nos
transporta a los 80, permite a Erentxun incluir los desenfadados coros que
adornan la melodía. Llama la atención la batería, que sin duda es de lo
mejor, pero son las guitarras las que acaparan el protagonismo, destacando
los rasgueos en plano de fondo de la segunda guitarra y el puente
instrumental con el que termina el tema. “1977” parece una segunda
parte de “Generación, continúa con las letras nostálgicas y las
referencias geográficas a los paisajes de la infancia del autor como es el
caso de Irún. Otro tema imprescindible. Lástima que entre estas dos
canciones tan espléndidas hayan situado “Moneda de tres caras”, sin duda
el tema más flojito de todos, y que aún desataca más situada entre estos
dos gigantes. El resto de los temas de este segundo disco son más que
correctos pero pasan sin pena ni gloria.
Se nota la mano del productor Cameron Jenkins en el sonido general (alguna
canción suena sospechosamente “muy Amaral”) pero al mismo tiempo
es una mano discreta que mantiene la esencia del “estilo Erentxun”. Sin
ser un trabajo redondo (reitero que sacar 21 temas geniales es sumamente
difícil), el resultado global es mucho más que aceptable, no hay canciones
pésimas y las que son buenas, son excelentes. Después de 20 años seguir
creando “grandes éxitos” sin caer en la repetición incansable y la
monotonía es bastante complicado y, por tanto, meritorio. Es posible que
la paz que rodea los estudios “Du Manoir”, al sur de Francia, haya
contribuido a la inspiración creadora, pero lo que queda claro es que
Mikel Erentxun no ha perdido un ápice de lo que fue en su día.
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dave (13/10/06) Me ha gustado tu crítica pero creo que, si oyeras un
par de veces más todo el disco, las restantes canciones te parecerían igual de
excelentes. Es uno de los mejores álbumes que nunca haya escuchado en mi vida.
fernando (13/10/06) Me sorprende la crítica porque del disco de este
músico, al cual he seguido siempre casi con veneración, sólo destacaría -y
levemente- el disco dos. El medianamente eléctrico.
Ni están las guitarras de 'El abrazo...' ni la inspiración de 'Acróbatas'. 'El
corredor...' nos acerca al peor Mikel -al de 'Te dejas ver'. Y, personalmente,
decepciona abrumadoramente el simplón disco uno. Y duele decirlo.
Buena Chica (13/10/06) Excelente valoración del disco, aunque a mi
parecer "Moneda de tres caras" no es simplemente una canción más de relleno, me
encanta la crudeza de las guitarras. Cierto que hay algunas canciones más
comerciales que otras o más "redondas" pero ojalá hubieran evolucionado como lo
ha hecho Míkel muchos artistas fuertes de los 80 (y de los 90, para qué mentir).
Espero con ansias cada uno de sus trabajos y recupero los antiguos ya que con
mis 22 años, lo he descubierto un poco tarde (a los 15 más o menos). MÍKEL, ERES
EL MEJOR!! te espera, una fan desde Melilla. Besos!
Buena Chica (13/10/06) En efecto, Míkel evoluciona, se reinventa, se
encrudece y se suaviza en constante movimiento sin perder nada de frescura.
Ojalá muchos artistas de la década de los 80(y de los 90 me atrevería a decir)
hubiesen aguantado tan bien el paso del tiempo, fiel a sus raíces de pop
sencillo, guitarrero, directo y callejero. A mmi parecer el disco no tiene
ninguna pega, es estupendo, todas las canciones son buenas y en concreto "moneda
de tres caras" es genial por la crudeza de su sonido... tan seco... GRACIAS
MÍKEL POR HACER ESTOS DISCOS QUE TODOS ESPERAMOS, Y SOBRE TODO GRACIAS POR ESAS
EDICIONES TAN CUIDADAS, DOBLES CD´S LIBRETOS EXTRAORDINARIOS, DVD´S... Te haces
querer por tus fans. Sólo una pega, a ver cuando te pasas por Melilla, tus fans
necesitan un concierto tuyo, aunque sea ne pequeño recinto. MUCHOS BESOS A
TODOS!
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